El presidente ruso ha calificado de “acto bárbaro” y de una “gran catástrofe humanitaria y ecológica” el ataque a la presa, que atribuye a Ucrania.
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Debido a este suceso, y según el gobierno ucraniano, se ha evacuado de las zonas más afectadas por la inundación a casi 1.500 personas de la margen occidental del río Dniéper. Por su parte, en la orilla izquierda, ocupada por Rusia, hablan de 1.300 evacuados.
Además, el desbordamiento ha provocado la inundación de 10.000 hectáreas de tierras agrícolas en la margen occidental del río Dniéper, según datos publicados por el Ministerio de Agricultura ucraniano.
Y al menos siete personas se encuentran desaparecidas en la ocupada ciudad ucraniana de Nueva Kajovka y que, como consecuencia de un ataque de las tropas rusas con drones iraníes, dos civiles han muerto en Sumy.
Mientras, datos de la inteligencia estadounidense apuntan a que Rusia sería el culpable del ataque a la presa.
La administración del presidente Joe Biden está trabajando para desclasificar parte de la información y compartirla, según han explicado funcionarios del país a algunos medios como la NBC.
Sin embargo, en rueda de prensa, John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, dijo haber visto las declaraciones de las autoridades ucranianas, que responsabilizan a Moscú de la rotura de esa infraestructura, pero explicó que Estados Unidos aún está intentando esclarecer lo ocurrido.
“En este momento, no puedo decir con seguridad lo que ha ocurrido”, manifestó Kirby, quien indicó que el Gobierno estadounidense está en conversaciones con sus contrapartes ucranianos para conseguir más información.