¿Qué hizo Jesús un Martes Santo?

Este Martes Santo, tercer día de la Semana Santa, su comienzo es importante dentro de las celebraciones de la cultura cristiana, debido a su relevancia histórica, más cercana al Triduo Pascual.

El Martes Santo es conocido también como el “Martes de Controversia” y, según la Iglesia católica, fue el día más doloroso para Jesucristo (como persona), donde los líderes religiosos y sociales de su tiempo cuestionaban sobre la autoridad con la que realizaba milagros y predicaba.

Las escrituras también hacen referencia a que Jesús supo que quien lo iba a entregar era Judas Iscariote, al que le dijo “Lo que tengas que hacer, hazlo enseguida”. Mientras que hablando  con Pedro, le comunicó “Te aseguro que no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces”. Estos hechos provocaron el mayor sufrimiento a Jesús durante la pasión hacia su inevitable fin.

Confrontación

Durante el Martes de Controversia, según el Nuevo Testamento, Jesús acudió a un mercado y se encontraba predicando cuando sacerdotes y ancianos lo interceptaron sobre el motivo por el cual retaba a la Iglesia Judía predicando mientras no era sacerdote, señalado como “rebelde” en ese momento.

Más adelante, fueron los fariseos los que cuestionaron a Jesucristo sobre por qué no hacía nada sobre la situación en la que se encontraba Israel, por qué permitía que los romanos cobraran tantos tributos. Ante estos cuestionamientos, él respondió con una de las frases más famosas de la Biblia:

“Dad al César lo que es del César y a Dios, lo que es de Dios”.

Estudiosos de las escrituras, como la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), refieren que estas palabras que mencionó Jesús muestran cómo no pretendía ser gobernante ni enfrentar a Roma. Más bien buscaba permear la palabra de su Padre y dar a entender que el reino de Dios poco o nada tenía que ver con la forma de gobierno de Israel.