En el marco de la conmemoración del 25 aniversario del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el embajador de la República Dominicana ante la ONU, José Blanco, destacó las deficiencias en las políticas actuales para combatir la violencia de género.
Durante su intervención en una reunión de alto nivel, Blanco señaló que, a pesar de los esfuerzos, una de cada tres mujeres en el mundo sigue siendo víctima de violencia, y las casas de acogida continúan recibiendo a numerosas víctimas.
El embajador enfatizó que la verdadera raíz del problema radica en la desigualdad estructural y los estereotipos de género que siguen perpetuando la violencia.
Aunque reconoció avances en la creación de un marco legal y en la infraestructura, como las casas de acogida para las víctimas, insistió en que estos avances no son suficientes para hablar de un progreso real en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Reiteró la necesidad de abordar estas causas profundas para lograr un cambio significativo y efectivo en la sociedad.
"¿Es suficiente? La respuesta es no. ¿Cómo podemos hablar de progreso mientras una de cada tres mujeres en el mundo sigue enfrentando violencia? Porque cada llamada, cada mujer protegida, es una prueba de que seguimos fallando en la raíz del problema: la desigualdad estructural y los estereotipos que perpetúan esta violencia", deploró el diplomático.
Blanco definió la violencia como una crisis pública y global.
"Necesitamos acelerar la implementación de políticas efectivas, asignar recursos suficientes, construir instituciones fuertes y garantizar que toda mujer viva una vida sin violencia", manifestó. A la vez, enfatizó que la violencia es problema complejo pero que se puede evitar "si actuamos con decisión y unidad".
Hizo un llamado a que este aniversario, que se designó en memoria de las Hermanas Mirabal, asesinadas durante el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana en 1960, no solo sea una conmemoración si no un punto de inflexión. "Que nuestras palabras hoy se traduzcan en políticas, en acciones, en resultados medibles. Que abordemos las causas estructurales para poner fin a este flagelo".
Concluyó: "Por las Hermanas Mirabal, por cada mujer que ha enfrentado la violencia y por las generaciones que nos siguen, levantemos la voz con determinación: ¡Ni una menos!"