Selección francesa de fútbol sin Mbappe se queda con ganas de vencer a Israel, estadio es blindado por seguridad

En un Estadio de Francia blindado con 4.000 policías dentro o en los alrededores, y ante apenas unos 13.000 espectadores, la selección ‘Bleu’ volvió a mostrar un juego desigual y sus ocasiones, generadas más por la insistencia que por el buen juego, fueron frustradas por un inspirado Daniel Peretz, el meta israelí.

La selección francesa tuvo un partido a medias sin el delantero Kylian Mbappe, y no pudo sobrepasar ayer jueves el empate a cero ante la selección de Israel en Saint-Denis, en un encuentro disputado en un estadio de Francia blindado con 4.000 policías dentro y en los alrededores, para evitar inconvenientes como las de días anteriores en Ámsterdam.

En el partido eran apenas unos 13.000 espectadores, la selección ‘Bleu’ volvió a mostrar un juego desigual y sus ocasiones, generadas más por la insistencia que por el buen juego, fueron frustradas por un inspirado Daniel Peretz, el meta israelí.

Deschamps salió con un equipo muy reconocible ante otra nueva ausencia de Mbappé, con Barcola, Olise y Kolo Muani en punta, mientras que el veterano Kanté y los jóvenes Camavinga y Zaïre-Emery se ocupaban del centro del campo.

Francia salió al ataque, de acuerdo con su mayor calidad ante una débil Israel, que hasta este jueves contaba sus partidos por derrotas.

Los ‘Bleus’ presionaban arriba para robar rápido mientras que los israelíes, muy cerrados, apostaban por los contrataques o los balones largos a la espalda de la defensa rival.

Pero, en el conjunto de la primera parte, el juego fue tan frío como el ambiente de las gradas. Francia no pudo jugar mucho en el área rival y, aunque tuvo un puñado de ocasiones, su falta de acierto y un par de buenas paradas de Daniel Peretz a Kolo Muani y Kanté hicieron que el marcador no se moviera en la primera parte.

La segunda mitad comenzó sin cambios y con el mismo guión: posesión francesa con peligro puntual, más producto de la obstinación que del juego fluido.

Ante la dificultad para superar la maraña defensiva israelí, un Camavinga muy activo lo probó varias veces de lejos, pero se topó con Peretz en varias ocasiones o envió fuera en otras.

El dominio francés se hizo muy insistente con el paso del tiempo, pero la defensa israelí se mantuvo sólida, muy lejos del 1-4 con el que terminó el partido de ida el mes pasado.

Deschamps no se decidio a mover el banquillo hasta el minuto 71, metiendo a Coman, Nkunku y Rabiot en busca de más mordiente arriba.