Tras explosión de San Cristóbal, autoridades evalúan la calidad del aire

San Cristóbal, RD. – Tras la devastadora explosión que sacudió a la ciudad de San Cristóbal el pasado lunes, dejando un saldo trágico de más de 32 personas fallecidas y más de 50 heridos, las autoridades locales han emprendido una serie de acciones para lidiar con las secuelas del siniestro. Una de las principales preocupaciones radica en la calidad del aire en las zonas afectadas, lo que ha llevado a la implementación de medidas de evaluación exhaustiva.

El ministro de la Presidencia, Joel Santos, se pronunció después de una prolongada reunión con los diferentes organismos involucrados en la gestión de la tragedia. Enfocándose en la atención a las familias afectadas y el proceso de recuperación de los daños materiales, Santos resaltó la importancia de las acciones tomadas hasta el momento.

"Estamos realizando visitas casa por casa en las áreas circundantes para identificar a personas que podrían resultar afectadas por infecciones respiratorias debido al humo que ha permeado el ambiente durante varios días", explicó el ministro. Además, aseguró que se está llevando a cabo una evaluación constante de la calidad del aire para garantizar que los niveles sean seguros para la vida cotidiana de los residentes.

Esfuerzo conjunto

La respuesta a esta tragedia requirió un esfuerzo conjunto, con más de 500 personas provenientes de diversas instituciones colaborando en la asistencia a las víctimas y en la gestión de la situación. El Ministerio de Medio Ambiente y el Centro de Operaciones de Emergencias están interviniendo de manera activa para abordar varios aspectos críticos.

La medición de la calidad del aire, la descontaminación de los residuos en la zona de impacto, la toma de muestras del subsuelo y de materiales potencialmente peligrosos son algunas de las tareas que están siendo abordadas con urgencia. La magnitud de la explosión afectó a varias edificaciones comerciales, entre ellas ferreterías, una veterinaria, el mercado local, una fábrica de plásticos y una tienda de telas.

En total, nueve edificios resultaron afectados, de los cuales cuatro quedaron completamente destruidos. A medida que continúan los esfuerzos de recuperación y reconstrucción, la comunidad local se une en solidaridad para enfrentar las consecuencias de esta tragedia sin precedentes. La necesidad de apoyo y colaboración se mantiene en el centro de esta lucha por la recuperación.