El Ejército de Ucrania ha comenzado a equipar una nueva línea de zanjas antitanque en el norte de la región de Rivne, fronteriza con Bielorrusia, ante el temor de que las tropas rusas puedan lanzar una nueva ofensiva desde territorio bielorruso, donde ya han llevado a cabo entrenamientos conjuntos.
«Hay mucho trabajo en la frontera con Bielorrusia. Construimos fortificaciones y estructuras de ingeniería todos los días. Excavamos la segunda línea de fosas antitanque y levantamos barreras usando estructuras especiales de hormigón», ha explicado el gobernador de Rivne, Vitali Koval, en su canal oficial de Telegram.
Asimismo, Koval ha puesto en valor que los trabajos para ampliar las defensas territoriales se están llevando a cabo por equipos diarios compuestos por más de dos centenares de personas, entre los que se incluye población local que trabaja de forma «armoniosa» junto a los efectivos militares en busca del «objetivo común» que es la victoria sobre Rusia.
Parlamento
El Parlamento ucraniano aprobó a finales de febrero la ampliación de dos kilómetros de la franja fronteriza con Rusia y con Bielorrusia, quedando prohibida la estancia, circulación y entrada a este perímetro debido a la peligrosidad de la zona.
Las autoridades fronterizas ucranianas informaron de que la franja estará ampliamente minada.
Rusia, por su parte, ha incidido en varias ocasiones en las supuestas provocaciones lanzadas por la parte ucraniana, a quien acusa de haber reforzado su presencia militar en la zona.
Sin embargo, semanas antes del estallido de la guerra Rusia ya había caldeado los ánimos enviando a miles de tropas a las fronteras con su país vecino.
