El embajador dominicano ante las Naciones Unidas, José Blanco, lamentó que "persisten las acciones barbáricas de las bandas contra la población civil y su creciente control sobre el territorio" haitiano, lo que supone una amenaza tanto para el pueblo haitiano como para la región.
China y Rusia argumentan que las condiciones en Haití no son adecuadas para un despliegue de este tipo, basándose en experiencias anteriores que, según afirman, no lograron los resultados esperados en la nación caribeña.