El Ejército de México admitió el martes que militares dispararon a una camioneta que transitaba por la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, un incidente en que murieron cinco personas y otra resultó herida. La Fiscalía federal ya investiga el suceso tras las denuncias de pobladores de un presunto uso excesivo de la fuerza.
Según explicó la Secretaría de la Defensa en un comunicado, los militares estaban investigando un hecho violento en el área donde se habían escuchado disparos cuando vieron un vehículo con siete individuos a bordo que iba “a exceso de velocidad, con las luces apagadas y sin placas”.
Cuando vieron a los soldados, “aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva" hasta que chocaron con un vehículo que estaba estacionado, provocando un gran estruendo tras el cual los militares dispararon, continúa la nota de prensa.
El incidente derivó en un enfrentamiento entre soldados y un nutrido grupo de residentes enojados que creían que las “víctimas no estaban armadas ni había motivo para que les privaran de la vida en forma arbitraria”, dijo el grupo Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo en un comunicado.
Los videos del incidente, publicados en las redes sociales, muestran a civiles peleando con los uniformados en una calle cerca de una camioneta. En una grabación, se ve a habitantes lanzando puñetazos, tirando al suelo a un militar y pateándolo repetidamente. En medio de la pelea, se escuchan disparos y personas corriendo, pero no está claro quién hizo las detonaciones.
En una declaración en video, Raymundo Ramos, activista del comité de derechos humanos, afirmó que los soldados dispararon contra la multitud, pero no tenía información inmediata sobre víctimas adicionales. También dijo que los fallecidos regresaban de un club cuando lo asesinaron.
Un informe de las autoridades federales sobre los hechos al que tuvo acceso The Associated Press el lunes, indicaba que se encontró un documento de identificación emitido por Texas en uno de los cadáveres. La Embajada de los Estados Unidos no pudo confirmar de inmediato si había ciudadanos o residentes estadounidenses involucrados.
Tres de los cuerpos fueron encontrados en la camioneta y dos en una acera cercana, señala el reporte de las autoridades. Dichos informes generalmente señalan cualquier arma encontrada en la escena del crimen, pero no se mencionó ninguna en este caso.
Nuevo Laredo, uno de los principales cruces comerciales con Texas, es bastión del violento cartel del Noreste, una escisión de los antiguos Zetas.
Los militares han sido frecuentemente atacados por sicarios del crimen organizado y no es la primera vez que en la ciudad hay acusaciones contra los militares por el uso excesivo de la fuerza.
En el comunicado del lunes, el Ejército aseguró que colabora con la Fiscalía federal en la investigación de lo sucedido y también con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Además, se abrió una investigación en el fuero militar.
De acuerdo con la ley mexicana, los tribunales militares solo pueden conocer de casos que involucren violaciones del código militar. Los delitos contra civiles deben juzgarse en tribunales civiles.
En 2021, la Armada de México entregó a 30 marinos a fiscales civiles para que se enfrentaran a la justicia en casos de personas que desaparecieron durante operaciones contra los cárteles en 2014. Los marinos están acusados de detener a supuestos sospechosos, algunos de los cuales desaparecieron. Durante 2018, decenas de personas desaparecieron en Nuevo Laredo.