“Ante ustedes tienen a una novia fugitiva”, con estas palabras inició la comunicadora Zoila Luna su relato de cómo dejó a su novio plantado el día de la boda, que tenían previsto celebrar por el civil.
Cuenta que todo estaba preparado para celebrar el matrimonio con una jueza amiga de ella, se desmontó de su vehículo para entrar al juzgado, pero cuando iba a tocar la puerta un pensamiento le hizo retroceder.
“Cuando iba a tocar la puerta, me devolví para el carro y me dijo (el novio): ¿Qué pasó? Me acabo de dar cuenta que lo que yo te quiero ya no me alcanza para estar casados”, rememora ante el asombro de los panelistas del programa El Mañanero, del grupo RCC Media.
Sin embargo, dice que era un hombre bueno, aunque la relación había pasado altas y bajas. Comenta que la propuesta de matrimonio que le hiciera su prometido fue para no perderla. “¿Y qué es lo que hay que hacer? casarse, pues yo me voy a casar”, agrega.
Además, revela que la promesa matrimonial se hizo para tratar de enmendar un error que su novio cometió. Le dio el sí, pero retrocedió a tiempo. La relación duró cuatro años.
La psicoterapeuta y comunicadora, Zoila Luna, expresó que el término «empoderada» está mal usado, manoseado y empleado equivocadamente.
Expresó que no gusta del aclichesado concepto «empoderada» porque no se considera así debido a que se que no necesita a nadie.