Las autoridades de Haití han identificado a nuevos sospechosos del asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, entre ellos un pastor y un conocido pandillero.
El vocero policial Garry Desrosiers dijo el viernes en declaraciones a Radio Télévision Caraïbes que también se han emitido órdenes de arresto para ocho policías.
Ninguno de los nuevos sospechosos ha sido arrestado y no estaba claro qué papel habrían cumplido.
Desrosiers identificó al pandillero como Vitel’Homme Innocent, líder de la pandilla Kraze Barye (que significa aproximadamente “Rompiendo barreras”). También lo busca el FBI, que lo acusa de participar en el secuestro de 17 misioneros estadounidenses en octubre de 2021.
El vocero no entró en detalles ni respondió a los pedidos de declaraciones.
Están detenidos más de 40 sospechosos, entre ellos al menos 18 soldados colombianos acusados de invadir la residencia privada de Moïse, un ataque en la que su esposa resultó herida.
Otros 11 sospechosos están presos en Estados Unidos, entre ellos un exsenador y otras importantes figuras haitianas.
Las autoridades de Estados Unidos han anunciado este martes la detención de cuatro hombres, presuntamente relacionados con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, en julio de 2021, en Puerto Príncipe. Con su captura son ya 11 los detenidos en EE UU por el caso, pero más de 50 en total, sumando los presuntos involucrados presos en Haití. A pesar de las detenciones, el caso sigue envuelto en brumas a año y medio del magnicidio, principalmente en la parte de la autoría intelectual.
Nación golpeada por la corrupción y la violencia, el asesinato del presidente Moïse ha marcado un antes y un después en Haití. En la madrugada del 7 de julio de 2021, exmilitares colombianos coordinados con mercenarios haitianos irrumpieron en la residencia del mandatario, en la zona alta de Puerto Príncipe. Doblegaron la resistencia de la guardia con facilidad, arrasaron la vivienda -se llevaron al parecer millones de dólares en efectivo- y asesinaron al presidente a balazos e hirieron a su mujer. Luego huyeron. Las detenciones no tardaron en llegar. Tampoco las preguntas sobre cómo un grupo de hombres armados había llegado con tanta facilidad al cuarto del presidente.