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El Banco Mundial ha revisado al alza su pronóstico de crecimiento global para 2023, proyectando un aumento del 2.1%, lo que representa un incremento de cuatro décimas en comparación con sus estimaciones anteriores. Sin embargo, al mismo tiempo, ha reducido en tres décimas sus perspectivas de crecimiento para 2024, situándolas en un 2.4%.
El organismo internacional advierte sobre la vulnerabilidad de las economías en desarrollo debido a los efectos de las medidas adoptadas para combatir la inflación, como el aumento de los tipos de interés. A pesar de la mejora en las previsiones de crecimiento, el Banco Mundial señala que la economía mundial se encuentra en un estado precario debido a los efectos prolongados de la pandemia, el conflicto en Ucrania y las políticas monetarias restrictivas implementadas para controlar la alta inflación.
En su último informe de perspectivas globales, el banco de desarrollo destaca que la resiliencia mostrada por la mayoría de los países a lo largo de 2022, cuando la economía mundial creció un 3.1% a pesar de la crisis energética y el conflicto en Ucrania, se desvanecerá en el futuro.
Estas nuevas proyecciones reflejan la incertidumbre y los desafíos persistentes a los que se enfrenta la economía global. Aunque se espera un crecimiento económico positivo en el corto plazo, el Banco Mundial insta a los países a estar preparados para posibles riesgos y shocks que podrían afectar negativamente el panorama económico.
La situación actual destaca la importancia de implementar políticas sólidas y medidas de apoyo adecuadas para impulsar la recuperación económica y promover la estabilidad en los mercados internacionales. El Banco Mundial continuará monitoreando de cerca la evolución de la economía global y brindando asistencia a los países para enfrentar los desafíos y maximizar las oportunidades de crecimiento sostenible en un entorno global complejo.