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La presidenta del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), Soraya Lara, declaró este miércoles en el programa "A Diario" del grupo RCC Media, que el acto de asesinar a una persona y luego suicidarse es una forma de evitar asumir tanto la sanción moral como la sanción penal que se impone al homicida.
Por tanto, la experta sugiere analizar la premeditación, así como el nivel de posesión y superioridad con el que actúa el homicida-suicida.
Lara argumenta que aquellos individuos que cometen un asesinato y luego se quitan la vida actúan desde una posición de poder y control extremo sobre la otra persona. Según la experta, este comportamiento refleja un intento de mantener una posición de dominio en las relaciones interpersonales, ya sea como padre o como pareja.
Plantea que si la otra pareja no cumple con las expectativas o demandas del homicida-suicida, este decide quitarle la vida como una forma extrema de control.
La presidenta del Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas también hizo hincapié en los casos de padres que asesinan a sus hijos existe una la dinámica asimétrica. En estas situaciones, explica que el poder puede manifestarse a través de abuso sexual, poder económico o manipulación psicológica sobre el hijo o la hija.
Agrega que si el padre percibe que el hijo no está respondiendo de acuerdo a sus propias expectativas, puede recurrir al asesinato como un medio para ejercer control y mantener su posición dominante.
Estas declaraciones cobran relevancia tras un trágico suceso ocurrido el pasado domingo en el municipio de Juan de Herrera, San Juan de la Maguana, donde un hombre mató a su hija de 15 años de un disparo y posteriormente se suicidó. El caso ha conmocionado a la comunidad y ha reavivado el debate sobre la violencia intrafamiliar y la necesidad de abordar de manera efectiva este tipo de situaciones.
La experta en casos de violencia de género hace un llamado a analizar la premeditación de estos actos y a comprender el grado de posesión y superioridad con los que actúan los homicidas-suicidas.
Por tanto, considera que resulta fundamental desarrollar estrategias y políticas que promuevan la prevención, la protección de las víctimas y la intervención temprana en casos de violencia doméstica.