La administración del presidente Donald Trump anunció una nueva reducción de la cuota de refugiados admitidos en Estados Unidos, con el límite de 15.000 personas en 2021, una medida con miras a la elección presidencial de noviembre.
El Departamento de Estado hizo este anuncio el miércoles por la noche, media hora antes del inicio del año presupuestario 2021 el 1 de octubre, respetando al límite el plazo establecido por la ley.
En los próximos 12 meses, un máximo de 15.000 refugiados podrán ser admitidas en el país, a menos que no haya un cambio en la administración, frente a los 18.000 refugiados autorizados este año.
La cifra cayó a su nivel más bajo, y representa una ínfima cantidad respecto a las 100.000 personas acogidas anualmente durante la administración del presidente anterior, Barack Obama.
Trump, que ha hecho de la lucha contra la migración una de sus prioridades, ya suspendió las admisiones de refugiados durante meses este año, con el pretexto de la pandemia de covid-19.
Al presentar la medida, el Departamento de Estado argumentó que Estados Unidos busca ayudar a los refugiados "lo más cerca posible de sus hogares", para que puedan regresar.
"Centrándonos en primer lugar en poner término a los conflictos que conllevan los desplazamientos y suministrando una ayuda humanitaria en el extranjero para proteger y ayudar a las personas desplazadas, podemos prevenir los efectos desestabilizadores de estos desplazamientos en los países afectados y sus vecinos", afirmó en un comunicado.
El Departamento de Estado menciono la necesidad de una "solución diplomática" en Venezuela, donde Washington intenta sacar del poder al presidente Nicolás Maduro, tras considerar fraudulenta su reelección en 2018.
Cerca de cinco millones de venezolanos huyeron de su país desde finales de 2015 debido a la crisis política y económica.
En una gira por Sudamérica la semana pasada, el secretario de Estado, Mike Pompeo visitó a refugiados venezolanos y se congratuló de que Colombia y Brasil los acojan.
Preguntado por estas reducciones, Pompeo dijo el martes que no había "ningún país más generoso que Estados Unidos" en la prestación de asistencia humanitaria.
En una conferencia de prensa en Roma, destacó que Estados Unidos ha acogido "a más refugiados que cualquier otro país en los últimos 20 años".
Los defensores de los refugiados habían pedido a la administración Trump que aumentara el número de admisiones ante los conflictos en el mundo y la inestabilidad generada por la pandemia.
Casi 80 millones de personas en todo el mundo han tenido que abandonar sus hogares, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, una cifra que se ha duplicado en diez años.
El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se comprometió a aumentar el número de refugiados admitidos a 125.000, alegando que la recepción de personas perseguidas forma parte de los valores estadounidenses.
La campaña de Trump publicó anuncios en los que se afirmaba que la postura de Biden sobre los refugiados mostraba que era "débil" y que llegarían personas de lugares "peligrosos".
Durante su campaña de 2016, el mandatario prometió reducir el número de inmigrantes mexicanos y musulmanes, y criticó a la canciller alemana, Angela Merkel, por dar la bienvenida a cientos de miles de migrantes, incluidos sirios.
Durante años, Estados Unidos ha acogido a más refugiados que el resto de países juntos, pero Canadá lo superó el año pasado al permitir la entrada de más de 30.000 migrantes, según cifras de la ONU.