Los pacientes con ciertos trastornos mentales, incluida la esquizofrenia, suelen oír voces internas en ausencia de sonido, lo que les lleva a no distinguir entre sus propios pensamientos y las voces externas.
Este trastorno implica que el enfermo tenga dificultades para reconocer sus propios pensamientos, y le resta independencia para cuidar de sí mismo o trabajar, entre otros.
Para desvelar la raíz de estas alucinaciones auditivas, un grupo de investigadores de universidades chinas han practicado escáneres cerebrales a enfermos de esquizofrenia que oyen voces y a otros que no sufren este trastorno.
Los científicos hicieron electroencefalogramas (una prueba que mide la actividad eléctrica del cerebro) a 20 pacientes diagnosticados de esquizofrenia con alucinaciones auditivas y a otros 20 con la misma enfermedad que nunca habían experimentado tales alucinaciones.
El estudio de las ondas cerebrales de los electroencefalogramas practicados a estos 40 pacientes reveló que quienes sufren alucinaciones auditivas presentan fallos en las conexiones funcionales entre los sistemas motor y auditivo del cerebro
Por un lado, han observado que el cerebro de las personas que padecen estas alucinaciones no suprime el sonido interno de su propia voz cuando quieren hablar, es decir, falla una señal conocida como “descarga corolaria” que anula la voz interna al intentar hablar y que funciona correctamente en las personas que no oyen voces.
Al mismo tiempo han visto otro proceso en el que se dan anomalías: cuando los pacientes con alucinaciones auditivas se preparan para pronunciar una sílaba, sus cerebros no sólo no suprimen estos sonidos internos, sino que presentan una mayor reverberación interna de la sílaba que planean decir.
En este línea, concluyen que las alucinaciones auditivas serían el resultado de anomalías en dos procesos cerebrales: una "descarga corolaria" rota que no logra suprimir los sonidos autogenerados, y una "copia de referencia ruidosa" que hace que el cerebro oiga los sonidos con más intensidad de la que debería.
Las deficiencias en estos dos procesos contribuirían a las alucinaciones auditivas, y los autores proponen profundizar en su estudio para hallar nuevos tratamientos, indica.