Una mujer en el estado de Ohio, Estados Unidos, fue condenada esta semana a 40 años de prisión por asesinar a su exmarido inyectándole un poderoso tranquilizante para animales, en medio de una disputa sobre la custodia de sus hijas.
Amanda Hovanec, de 37 años, se declaró culpable esta semana de envenenar a Timothy Hovanec inyectándole en el hombro una jeringa con M-99, también conocido como etorfina, una sustancia controlada que es unas 1.000 veces más fuerte que la morfina, cuando este devolvió a sus hijas a su casa en la ciudad de Wapakoneta, en abril de 2022, según reveló la Fiscalía General del Estado.
El ataque quedó registrado por una cámara instalada en el salpicadero del auto de la víctima. En el video se ve a Hovanec diciéndoles a las niñas que tenía una "sorpresa" para ellas cuando salieran del coche. Posteriormente, se escucha al hombre gritar: "¿Qué demonios estás haciendo? ¿Me acabas de agredir? ¡Suéltame!", mientras ambos forcejean.
El amante de Hovanec, Anthony Theodorou, y su madre, Anita Green, también fueron acusados a nivel federal por la muerte. Ambos admitieron haber participado en el asesinato o haber ayudado a deshacerse del cadáver. Green fue condenada a 10 años de prisión y dos años de libertad supervisada. Theodorou fue acusado de distribución de la sustancia controlada que causó la muerte, y fue condenado a 18 años de prisión. Además, se le ordenó pagar más de 2 millones de dólares en restitución.
Los Hovanec tenían tres hijas y se mudaban constantemente por el trabajo del padre como investigador en el Departamento de Estado de Estados Unidos, que incluyó una asignación en Sudáfrica en el 2018. Mientras estaba allí, la madre desarrolló una relación amorosa con Theodorou.
Tras regresar al país en 2020, la mujer inició un proceso de divorcio contra su marido. Posteriormente, empezó a negarle las visitas a sus hijas a pesar de que una orden judicial se lo permitía. Después de que el padre presentara varias mociones de desacato, un juez ordenó que se convirtiera en el progenitor residente y custodio legal de sus hijas durante dos meses, a partir de mayo del 2022.
Según la denuncia, Timothy fue asesinado antes de que comenzara el periodo de visitas. A raíz del envenenamiento mortal, los fiscales dijeron que Amanda inicialmente trató de encubrir su crimen, pero más tarde confesó haber inyectado droga a su expareja, deshacerse de su coche y enterrar su cuerpo en una zona boscosa cerca de su casa.
"Las acciones violentas e intencionadas de Hovanec fueron a sangre fría, calculadas y crueles. Su extrema malevolencia hacia su marido y su total indiferencia por la forma en que su asesinato afectaría a sus inocentes hijas es incomprensible e imperdonable", indicó la fiscal federal Rebecca Lutzko en un comunicado.