Una monja de Ariano Irpino, en Campania, sur de Italia, fue detenida acusada de robar joyas y objetos de oro por un valor de 80,000 euros. La detención se produjo tras una denuncia presentada por el obispo local, quien reportó la desaparición de alhajas donadas por los fieles a varias parroquias de la zona.
La Fiscalía de Benevento ordenó el arresto domiciliario de la religiosa, perteneciente a la Congregación del Espíritu Santo, luego de que los Carabineros determinaran que había vendido los objetos robados y transferido el dinero al extranjero.
Según medios locales, la monja, que ocupaba el cargo de madre superiora de la Curia Episcopal de Ariano Irpino, tenía acceso a las joyas y ofrendas sagradas guardadas en el lugar.
Las investigaciones se iniciaron tras la desaparición de piezas de oro votivo de diversas parroquias, así como de una reliquia de San Nicolás de Bari engastada en un medallón. Los registros y los interrogatorios realizados por los Carabineros revelaron que la monja tenía las llaves de la Curia y se había apropiado indebidamente de los objetos.
La mayoría de las piezas robadas son irrecuperables, ya que fueron sometidas a procesos de fundición. Sin embargo, se logró recuperar un lingote de oro y varios exvotos de plata, así como joyas y pulseras, algunas de las cuales fueron halladas en la habitación personal de la monja, ocultas en un cesto de ropa sucia.
En vista del peligro de fuga de la sospechosa, derivado de su conducta y sus relaciones con el extranjero, el juez emitió la orden de arresto de la religiosa, que confesó los delitos cuando se le notificó la detención domiciliaria.