China ha alcanzado un nuevo hito en la ingeniería de infraestructuras al completar la primera carretera automatizada de 157,79 kilómetros de largo sin intervención humana.
Este proyecto forma parte de la ampliación de la Beijing-Hong Kong-Macao Expressway y conecta las ciudades de Pekín y Hebei. El tramo de carretera tiene un ancho de hasta cuatro carriles y fue construido utilizando máquinas no tripuladas, un avance tecnológico que promete revolucionar la construcción de carreteras en el futuro.
La carretera fue construida bajo la supervisión de tres empresas estatales: China Railway 11th Bureau, Hubei Communications Investment y Liaoning Guotai Road and Bridge. La maquinaria utilizada fue proporcionada por Sany Group, empresa especializada en equipo pesado. Durante la obra, diez máquinas no tripuladas realizaron tareas esenciales como la distribución de materiales y el apisonado de la carretera, trabajando con precisión milimétrica gracias a algoritmos específicos desarrollados para este proyecto.
El proyecto destaca por su alto nivel de automatización. Se utilizaron máquinas pavimentadoras no tripuladas para repartir los materiales, junto con rodillos autónomos que aplicaron la presión necesaria para nivelar la superficie. El proceso de construcción fue monitoreado por drones que supervisaron en tiempo real las condiciones del terreno y la correcta ejecución de los trabajos. Este enfoque no solo aumentó la velocidad de construcción, sino que también eliminó la necesidad de correcciones posteriores, algo común en los métodos tradicionales.
Uno de los aspectos más impresionantes es la precisión con la que se manejó la maquinaria. Los vehículos lograron trabajar a una distancia de apenas unos milímetros del borde de la carretera, lo que evitó cualquier necesidad de ajustes adicionales. Este nivel de exactitud ha sido denominado «borde 0», un término que refleja la capacidad de la maquinaria para trabajar sin dejar márgenes de error.
Aunque no se han especificado las cifras exactas de ahorro en costos y tiempo, los informes destacan que el uso de máquinas automatizadas ha permitido reducir significativamente el número de empleados necesarios en la obra. Los algoritmos y la tecnología de supervisión garantizan que la obra avance a una velocidad superior a la que se lograría con trabajadores humanos, optimizando el proceso y minimizando los errores.
El proyecto fue presentado al público durante una conferencia especializada en la construcción de infraestructuras, donde más de 700 asistentes pudieron observar de cerca el funcionamiento de las máquinas automatizadas. Según los desarrolladores, el éxito de esta carretera podría sentar un precedente para futuros proyectos de infraestructura en el país.
China ya ha expresado su interés en continuar explorando el uso de tecnología automatizada en la construcción de infraestructuras. Este avance podría cambiar la forma en que se construyen carreteras en todo el mundo, ofreciendo una alternativa más rápida, precisa y eficiente. Sin embargo, quedan preguntas sobre el impacto que este tipo de proyectos puede tener en el empleo, así como los costos a largo plazo de implementar estas tecnologías.
Este proyecto marca un antes y un después en la construcción de carreteras, demostrando que la automatización tiene el potencial de mejorar la eficiencia y la precisión en la ingeniería civil. Queda por ver si esta tecnología se adoptará ampliamente en otros países o si se mantendrá como una innovación pionera de China.