Nicole Kidman, ganadora del Oscar, compartió que durante el rodaje de su nueva película Babygirl, tuvo que detener la filmación debido a la carga emocional de las intensas escenas íntimas.
El drama erótico, dirigido por Halina Reijn, narra la vida de una ejecutiva que arriesga todo por una aventura con un joven interno.
Kidman, quien interpreta a Romy, explicó en el Festival de Cine de Venecia que el papel la llevó a explorar emociones desconocidas. La película, en la que actúa junto a Harris Dickinson y Antonio Banderas, recibió elogios y le valió el premio a Mejor Actriz.
“Siempre estoy buscando adónde no he ido como actriz. ¿Qué puedo explorar como ser humano? Esta era una área a la que nunca había llegado”, expresó Kidman.
A pesar de su experiencia filmando escenas íntimas y desnudos, la actriz admitió que Babygirl representó un desafío más complejo, tanto física como mentalmente. En una entrevista con The Sun, Kidman reveló que hubo momentos en los que se sentía abrumada por la intensidad del rodaje.
“Había veces durante el rodaje en las que decía: ‘Ya no quiero más orgasmos. No te acerques a mí. ¡Odio hacer esto! ¡No me importa si nunca me vuelven a tocar en la vida!’”, confesó al tabloide.
El filme ha sido calificado como uno de los más arriesgados en la carrera de Kidman, destacando su valentía al abordar temas tan complejos.