Trincheras, drones, arsenales de armas, "escudos humanos" y "zonas de repliegue": las poderosas pandillas criminales de Haití han ajustado sus tácticas en respuesta al despliegue de la misión multinacional de apoyo a la policía, según un informe de la ONU publicado recientemente.
El informe anual de los expertos designados por el Consejo de Seguridad de la ONU indica que Haití enfrenta "niveles récord de violencia entre pandillas", con más de 3,600 homicidios y más de 1,100 secuestros documentados entre enero y junio de 2024. En este contexto, se estima que "el 85 % del área metropolitana de Puerto Príncipe está bajo la influencia o el control de pandillas".
Los expertos señalan que estas organizaciones han adaptado su estrategia ante la llegada de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia, que comenzó su despliegue este verano. De hecho, las pandillas se están "centrando en gran medida en aumentar la protección de su territorio".
Para ello, "cavan trincheras y levantan barricadas", utilizan "exploradores y drones para monitorear los movimientos de la policía", y preparan cócteles molotov, además de almacenar armas y municiones, las cuales filman para "intimidar" a las autoridades.
Además, algunos miembros de las pandillas, decididos a "desestabilizar la transición política" iniciada tras la dimisión del primer ministro Ariel Henry en primavera, han abandonado Puerto Príncipe para establecer "zonas de repliegue" y expandir su territorio, buscando así incrementar sus ingresos por actividades delictivas.
Desde principios de año, muchas bandas han comenzado a utilizar a "la población como escudo humano", lo que implica "impedir la salida de civiles" de sus áreas de control y "ejecutar sumariamente a quienes intentan escapar", según advierten los expertos.