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El Ministerio de Defensa de Rusia anunció hoy que llevará a cabo maniobras navales de gran envergadura en el Mediterráneo Oriental, cerca de las costas de Siria, utilizando armamento hipersónico. Estos ejercicios contarán con la participación de aproximadamente mil soldados, una decena de buques de guerra equipados con misiles Tsirkón, y 24 aviones que portan misiles Kinzhal, según un comunicado del ministerio en Telegram.
La Armada rusa ha incrementado su presencia en la región y está llevando a cabo prácticas de tiro con los misiles Tsirkón. Las fragatas Almirante Flota de la URSS Gorshkov y Almirante Golovko realizaron estas prácticas, mientras que el submarino Novorossiisk lanzó misiles de crucero Kalibr, frecuentemente utilizados en operaciones en Ucrania. Los ejercicios, que comenzaron el domingo, son dirigidos por el comandante en jefe de la flota rusa, Alexandr Moiséev.
El Ministerio de Defensa subraya que estas maniobras se realizan en conformidad con las normas del derecho internacional y en coordinación con otros países para prevenir incidentes en aguas internacionales.
El contingente ruso en Siria también admitió haber bombardeado posiciones enemigas en coordinación con el Ejército sirio en las provincias de Idlib, Hama y Alepo. Tanto medios oficiales como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos han reportado ataques aéreos rusos en los últimos días. En una conversación telefónica, el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo iraní, Masud Pezeshkian, reafirmaron su apoyo "incondicional" al régimen de Bachar al Asad frente a la ofensiva de grupos islamistas, interpretando estos ataques como un intento de socavar la soberanía y la estabilidad de Siria. Desde 2015, Rusia ha mantenido una operación militar en apoyo de Asad, incluso mientras sus Fuerzas Armadas están involucradas en la guerra en Ucrania.