El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, defendió este jueves el decreto con el que impuso la ley marcial y rechazó los cargos de insurrección levantados en su contra, al tiempo que prometió luchar hasta al final, recoge la agencia Yonhap.
"Lucharé hasta el último momento junto a ustedes", afirmó el mandatario en un discurso transmitido por televisión. "La Asamblea Nacional, dominada por el gran partido de oposición, se ha convertido en un monstruo que destruye el orden constitucional de la democracia libre", agregó.