WASHINGTON. – Tesla, el fabricante de automóviles eléctricos de lujo, informó este martes que llamará a revisión 134.951 Model S y Model X bajo presión por la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, en inglés), que detectó problemas en las pantallas táctiles de los vehículos que pueden provocar “un aumento del riesgo de accidente”.
Tesla se resistió inicialmente a llamar a revisión a los vehículos afectados, lo que obligó a la NHTSA a solicitar formalmente al fabricante a mediados de enero que notificara a los propietarios del problema para proceder a la reparación de las unidades defectuosas.
El defecto se centra en fallas de la unidad de control de media (MCU) de la pantalla táctil que provocan la pérdida de la cámara de visión trasera en los vehículos dotados con el procesador NVIDIA Tegra 3 y una memoria flash de 8GB eMMC NAND.
La falla también puede causar la pérdida de los controles para desempañar el parabrisas y afecta en sistemas de ayuda a la conducción, como Autopilot, o los intermitentes.
Según los datos proporcionados por Tesla a NHTSA, más del 30 % de los vehículos producidos en determinados meses han tenido problemas con el defecto.
NHTSA dijo que además la incidencia de problemas se acelera en vehículos con 3 o 4 años de funcionamiento.
La única forma de reparar el problema, que es fruto del desgaste de la memoria flash, es reemplazar la tarjeta eMMC NAND, según NHTSA. A pesar de ello, Tesla intentó solucionar parcialmente el problema con un cambio en el software del vehículo para reducir el uso de la memoria, entre otras medidas.
Además, la compañía estadounidense indicó a las autoridades federales que consideraba que el defecto no afectaba a la seguridad de sus vehículos porque el conductor podía utilizar los espejos retrovisores y si el sistema de calefacción no funcionaba, podía “limpiar el parabrisas manualmente”.
Pero la agencia federal señaló que no estaba de acuerdo con esa afirmación y que ello no variaba “las obligaciones de Tesla para iniciar y completar la llamada a revisión.
La NHTSA inició la investigación del defecto en junio de 2020 tras recibir quejas sobre el funcionamiento de la pantalla táctil. En noviembre, la agencia federal dijo que tras analizar miles de quejas había actualizado la investigación a análisis de ingeniería y el 13 de enero concluyó que era un defecto que exigía una llamada a revisión.
La llamada a revisión afecta al Model S 2012-2018 y al Model X 2016-2018.