Luigi Mangione, acusado de asesinato, posesión ilegal de armas y acoso, fue trasladado este jueves desde Pensilvania a Nueva York para enfrentar los cargos por la muerte a tiros del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson.
El joven de 26 años llegó en un helicóptero bajo estricta custodia de la Policía de Nueva York. Vestido con el característico traje naranja de los reclusos, Mangione fue escoltado entre una multitud de agentes armados mientras descendía hacia el tribunal, donde será procesado.
Su traslado llamó la atención por la amplia cobertura mediática, con televisiones transmitiendo en vivo su arribo y su lento caminar esposado hacia el edificio judicial.
El caso ha generado gran expectación, no solo por la naturaleza del crimen, ocurrido a plena luz del día en el centro de Nueva York hace más de dos semanas, sino también por la atención que atrajo su llegada, incluidas personas que se acercaron para observar o incluso manifestar apoyo al acusado.
Incluso se presentó allí el alcalde de la ciudad, Eric Adams, que caminó detrás del acusado junto a la jefa de Policía, Jessica Tisch, y declaró que era importante hacerlo así por el "simbolismo" del caso, aludiendo a las "celebraciones" de un acto de violencia que han acompañado a Mangione y al enorme interés mediático que el caso ha despertado.
La Fiscalía federal del Distrito Sur de Nueva York argumenta en su documento que Mangione viajó de Georgia a Nueva York en torno al 24 de noviembre con el objetivo de acosar, intimidar y matar a Thompson, meta última que cumplió el 4 de diciembre, usando un arma de fuego con silenciador.
También, se divulgan algunos pasajes de la libreta incautada al acusado, en la que expresa hostilidad hacia el sector de las aseguradoras de salud "y los ejecutivos ricos en particular", y cita una entrada de octubre que indica su intención de "vapulear" al CEO de una de esas empresas en una conferencia de inversores, como ocurrió.
Mangione ha sido imputado previamente por la Fiscalía de Manhattan por un total de once cargos, entre ellos uno de asesinato en primer grado que podría computarse como "acto terrorista" y acarrearle una pena máxima de cadena perpetua si es declarado culpable, y también afronta cargos por posesión de armas en Pensilvania, donde fue detenido.