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Lily-Rose Depp compartió cómo una experiencia de su infancia, vinculada con la icónica película El joven manos de tijera, dejó una huella emocional profunda en su vida.
A sus tres años, vio por primera vez la película en la que su padre, Johnny Depp, interpreta a Edward, un joven creado artificialmente, y se sintió tan impactada por la crueldad hacia el personaje que, según sus palabras, nunca quiso volver a verla.
Este recuerdo, lejos de ser solo una anécdota de su niñez, se convirtió en un elemento clave en su reflexión sobre la empatía y los personajes incomprendidos, un tema que sigue explorando en su carrera.
Desde los tres años, Lily-Rose estuvo inmersa en el universo cinematográfico único de su padre, Johnny Depp. Fue a esa edad cuando vio por primera vez El joven manos de tijera, en la que su padre interpretaba a Edward, un joven creado artificialmente con tijeras en lugar de manos, que busca aceptación en un mundo que lo rechaza.
La película, que consolidó la colaboración artística entre Johnny Depp y Tim Burton, impactó profundamente a Lily-Rose, no por su estética sombría ni su relato fantástico, sino por la crueldad con la que los personajes trataban al protagonista.
La escena clave, en la que la comunidad rechaza a Edward, dejó a Lily-Rose "traumatizada", como ella misma lo describió, al punto de que nunca quiso verla nuevamente. Este evento no solo quedó como un recuerdo infantil, sino que se transformó en una reflexión constante sobre la empatía y la complejidad de los personajes incomprendidos. En su más reciente proyecto, Nosferatu, Lily-Rose interpreta a una joven deseada por un vampiro, un personaje que, al igual que Edward, navega entre el bien y el mal, lo humano y lo monstruoso.
La actriz también mencionó que, a pesar de que Nosferatu presenta al villano, siente una conexión profunda con él, lo que la llevó a cuestionarse si esta empatía por los personajes oscuros refleja su propia sensibilidad emocional.
Además, la influencia de su padre y su colaboración con Tim Burton marcaron la vida de Lily-Rose desde pequeña. Relató que durante su infancia, estaba "obsesionada" con Drácula, y que veía a su hermano Jack disfrazarse de vampiro para ir al colegio. Estos recuerdos alimentaron su fascinación por el género fantástico y cultivaron su interés por personajes que enfrentan el rechazo, algo que busca explorar a través de sus propios papeles.
A pesar de la conexión con el cine fantástico, Lily-Rose también lidió desde joven con la dualidad cultural de sus raíces. Nacida en Francia y criada en California, describe este cruce de influencias como una "paradoja interna". Mantener un vínculo estrecho con su familia francesa mientras se relacionaba con sus amigos de Los Ángeles le permitió crecer entre dos mundos, una dualidad que se refleja en su carrera artística, donde busca proyectos que combinen estas influencias contrastantes.
El testimonio de Lily-Rose Depp no solo ofrece una mirada a los retos de crecer a la sombra de una figura paternal tan icónica, sino también muestra cómo el cine, como forma de arte, puede afectar profundamente a aquellos que lo practican. Al reflexionar sobre su infancia y convertir esas experiencias en fuente de inspiración para su carrera, Lily-Rose demuestra cómo incluso las emociones más dolorosas pueden transformarse en poderosas fuerzas creativas.
Fuente: Infobae