Los Tigres del Licey, campeones nacionales en varias ocasiones, rindieron homenaje a Luis Beltrán, quien ha sido la voz interna del equipo durante más de tres décadas. En un acto de reconocimiento, Beltrán recibió una placa de honor de parte de Ricardo Ravelo, presidente del club, y Miguel Ángel Fernández, tesorero y ex presidente.
El evento contó con la presencia del equipo de comunicaciones del Licey, integrado por Radhamés González, Idelfonso Ureña, Franklin Mirabal y otros colaboradores. También se proyectó un video con testimonios de jugadores históricos como Anderson Hernández, Ronnie Belliard y Emilio Bonifacio.
Luis Beltrán, conocido como "Luisito", fue acompañado por su esposa María Cristina Espinal y sus hijos Lismary y Luis Manuel. La ceremonia culminó con Beltrán realizando el lanzamiento de la primera bola, con Fernando Ravelo como receptor.
A lo largo de su carrera, Beltrán ha trabajado con gran entusiasmo como voz interna del equipo, comenzando en la temporada 1993-94, que coincidió con su primer campeonato con el Licey. En sus palabras, destaca la lealtad y pasión de los fanáticos del equipo, señalando que, incluso en momentos difíciles, siempre se puede contar con una multitud llena de apoyo en el estadio.
La famosa frase "¡AL BATE POR LOS TIGRES!" ha acompañado su labor durante estos años, y se le recuerda por apodar a Andy Abad como "Tulile", un apodo que Abad inicialmente no aceptó pero que luego se consolidó tras una destacada temporada del jugador.
Beltrán también comparte recuerdos personales, como el momento en que le comunicó a su padre que trabajaría para el equipo de sus amores, un gesto que hizo que su padre se emocionara. Desde entonces, Beltrán ha llevado a su padre al estadio como una forma de retribuirle el amor y apoyo que recibió de él desde su infancia.