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Santo Domingo.- El director del Instituto de Energía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) aseguró este lunes que si realiza una conversión de las plantas a carbón de Punta Catalina a gas natural la inversión que se hizo en ese proyecto nunca se recuperará en base a la producción de energía.
El ingeniero José Luis Moreno San Juan sostuvo que algunos sectores están interesados en el cambio de combustible para la generación de la citada termoeléctrica, pero si se hace un análisis de costo se darán cuenta que no les dará los resultados requeridos. Además dijo que el tipo de transformación por lo regular se hace en plantas con más de 20 años de utilidad.
Manifestó que otro problema lo representa el manejo del mercado eléctrico dominicano, ya que se tiene una lista de orden de méritos, y que a ese punto al parecer nadie le ha puesto caso.
Las plantas a carbón de Punta Catalina se despachan por el costo variable, lo que cuesta el combustible más operación y mantenimiento, pero que el peso económico fundamental es el carburante.
Precisó que no conoce ningún caso en el mundo que una planta como las de Punta Catalina, recién puesta en operación, se cambie a gas natural.
El también profesor universitario advirtió además sobre el tipo de gas natural a utilizar en caso de la conversión, ya que algunos pueden ser más dañinos que otros a la atmósfera cuando pasan por ese proceso, y por consiguiente no representan una solución desde el punto de vista ambiental.
"El (gas natural) que se produce por la factura hidráulica produce muchas emisiones de desperdicio de gas hacia la atmósfera y el metano tiene 26 veces más efecto invernadero que el CO2 (dióxido de carbono)", agregó el experto en energía.
José Luis Moreno San Juan ofreció estas declaraciones en una entrevista en el programa Rumbo de la Mañana, del grupo RCC Media, donde indicó además que hasta que no se contrate una firma auditora no se sabrá cuánto costó la construcción de las plantas de Punta Catalina. Por datos evaluados tiene que proyecto costó unos US$ 2,500 millones, pero el valor techo debió ser US$ 1,940 millones.
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