El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, será uno de los 18 jefes de Estado que estarán presentes el sábado en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en México pese a que Estados Unidos lo busca formalmente para detenerlo y ofreció una recompensa para quien colabore en su arresto.
Maduró aterrizó en la capital mexicana el viernes en la noche por sorpresa — ya que horas antes había llegado la vicepresidenta Delcy Rodríguez en representación de su gobierno — y de buen humor.
“México lindo y querido”, decía en un video grabado dentro del avión que divulgó en su cuenta oficial de Twitter. “Traemos la verdad de Venezuela. La unión de América Latina y el Caribe está por encima de cualquier problema, de cualquier diferencia”.
El mandatario, que viajó acompañado por su esposa Cilia Flores y su hijo, fue recibido por el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
Este es el primer viaje al extranjero del presidente venezolano del que se tiene noticia desde que Estados Unidos dio a conocer en marzo de 2020 acusaciones formales en su contra — y contra otras 13 personas vinculadas a su gobierno— por narcotráfico y terrorismo.
En aquel momento, el entonces secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo dijo que su departamento ofrecería dinero en efectivo a cambio de información que llevara al arresto o condena de Maduro y sus allegados, incluyendo recompensas de hasta 15 millones de dólares por el mandatario. Antes, en septiembre de 2019, había viajado a Rusia.
El líder venezolano parecía sentirse seguro en México: en las imágenes oficiales divulgadas tras su llegada aparecía sonriente.
El gobierno de Maduro se encuentra inmerso en un nuevo proceso de diálogo con la oposición, que se lleva a cabo en la Ciudad de México, y en el que la mayor aspiración del mandatario es lograr que Washington levante sus sanciones a Venezuela.
Maduro será sin duda el líder que acaparará la mayor parte de los reflectores en esta cumbre, en la que también estarán presentes, entre otros, el cubano Miguel Díaz-Canel y el nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo.
En el programa oficial de la cumbre estarán las discusiones sobre un plan regional para hacer frente a la pandemia del coronavirus, la creación de un fondo para desastres naturales y el lanzamiento de la Agencia Latinoamericana del Espacio.
Pero la cita parece que tendrá otro tema de fondo: ver cuánto apoyo hay en la región a la insinuación de México de sustituir a la Organización de los Estados Americanos (OEA) por un organismo “verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”, según declaró el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La CELAC existe desde hace apenas 10 años y, por su tendencia más de izquierdas, mantiene buenas relaciones con países con gobiernos de ese corte como Cuba, Venezuela y Nicaragua. El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez fue uno de sus principales promotores. Sin embargo, durante largos períodos ni siquiera sostuvo reuniones.
“La CELAC es nuestro camino”, adelantó Maduro en el video. “Vimos su trayectoria, su fundación y ahora su relanzamiento”.
A diferencia de la OEA, Estados Unidos y Canadá no están en la CELAC, ni Brasil, que se retiró en enero de 2020.
Uno de los grandes ausentes será el líder de El Salvador, Nayib Bukele, quien esta semana enfrentó duras protestas por el bitcoin, la propuesta de reelección presidencial y lo que muchos salvadoreños consideran una falta de respeto a la separación de poderes. Le representará el vicepresidente del país, Félix Ulloa. Fuente, AP.