MADRID — Con 325 decesos más por coronavirus confirmados, España registró hoy un ligero repunte en el número de víctimas mortales, que ascienden a 24,275 desde el inicio de la pandemia.
Los contagios superan los 212,000, aunque el dato del Ministerio de Salud solo incluye los casos confirmados por las pruebas de laboratorios más fiables, que no se realizan de forma masiva.
Las autoridades quieren abandonar la paralización casi total de la vida económica y social por etapas y a diferentes velocidades en función de la respuesta de las diferentes provincias y archipiélagos a la crisis sanitaria.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer un plan que dijo era “un camino hacia la normalidad" pero “sin un sistema de GPS”.
A partir del sábado se permitirá practicar ejercicio de forma individual, y se podrá ir a la peluquería o recibir otros servicios personalizados, siempre con cita previa. En la mayoría de los lugares, algunas tiendas reabrirán el 11 de mayo, y se permitirá socializar en las terrazas de cafeterías y bares, además de los servicios religiosos en iglesias y mezquitas, pero a un tercio de su capacidad.
Los territorios que en ese momento tengan la epidemia controlada relajarán más aún las restricciones en restaurantes, cines, teatros y museos para finales de mayo. Los jardines de infantes abrirán entonces, pero solo si los padres necesitan volver a trabajar presencialmente, ya que las escuelas no volverán a recibir alumnos hasta el inicio del próximo curso escolar en septiembre.
A menos que se produzca un repunte del brote, la capacidad de los locales se ampliará hacia mediados de junio y las playas se abrirán gradualmente hasta alcanzar la “nueva normalidad", en la que se permitirán los viajes por el territorio nacional. La cuestión de los viajes internacionales debe ser resuelta por la Unión Europea, dijeron las autoridades españolas.