El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó este jueves una ley que permite cambiar el sexo registrado en los certificados de nacimiento sin proporcionar pruebas de un procedimiento médico.
Una vez que la ley entre en vigor en 18 meses, las personas transgénero, intersexuales, de género diverso y LGTBI ya no necesitarán prueba de tratamiento médico o una declaración del Tribunal de Familia para cambiar el sexo que figura en su certificado de nacimiento, sino que podrán solicitar que se cambie en función de cómo se identifican.
El país oceánico introdujo en 2018 una ley que permitía la auto identificación en los certificados de nacimiento pero los solicitantes debían demostrar que se habían sometido a un tratamiento médico para alinear su sexo y su identidad de género.
La enmienda aprobada este jueves por unanimidad elimina ese requisito, aunque excluye a refugiados, solicitantes de asilo y migrantes recientes.
'Este proyecto de ley reconoce que quienes necesitan enmendar su acta de nacimiento pueden hacerlo, que los tribunales no tienen derecho a tomar esa decisión por ellos, que los padres no tienen ese derecho', señaló la diputada del Partido Verde, Elizabeth Kereker.
La diputada, que se emocionó al defender la medida, dijo que era un 'gran placer que, después de generaciones de discriminación sistémica, décadas de activismo comunitario y muchos años de trabajo en esta casa, estemos aprobando esta enmienda', según un discurso recogido por la cadena pública Radio New Zealand.
Por su parte, la ministra de Interior, Jan Tinetti, aseguró que el Parlamento había votado 'en favor de la inclusión y en contra de la discriminación' por lo que era 'un día de orgullo en la historia de Aotearoa (nombre originario de Nueva Zelanda)'.
Varios estados de Estados Unidos, como California, Washington y Nueva York, y países latinoamericanos y europeos como Argentina o Dinamarca permiten el cambio de certificado de nacimiento sin la firma de una autoridad médica. Fuente: EFE