En la rueda de prensa en el avión de regreso de su viaje de dos días a Malta, el papa explicó que sufre esta dolencia en la rodilla (gonalgia), que le causa dolor y "problemas de deambulación, de caminar y que es bastante fastidioso".
Pero aseguró que está mejorando, ya que hace dos semanas no podía ni andar.
"No sé si irá para atrás, porque a esta edad nunca se sabe cómo va el partido", añadió en tono jocoso el pontífice argentino.
En este viaje, el papa ha tenido que usar un ascensor para poder subir y bajar del avión ante la dificultad de afrontar las empinadas escalerillas, además se le ha visto con muchos problemas para caminar y con la necesidad de pasar más tiempo sentado incluso durante las misas.
Recientemente, Jorge Bergoglio tuvo que suspender su visita a Florencia y también la misa y la procesión del miércoles de ceniza de este año por estos dolores en su rodilla derecha.