La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) ha confirmado la detección de “una luz de una estrella que existió en los primeros mil millones de años después del nacimiento del universo en el Bing Bang”, lo que supone un histórico hallazgo al ser la estrella más lejana que se ha detectado hasta el momento.
“Pudimos observar la estrella más lejana nunca antes vista y cuya luz se emitió hace 13.000 millones de años”, explica Rosa Díaz, subjefa de la Oficina de Ingeniería y Análisis Científico de Misiones del Instituto del Telescopio Espacial, en declaraciones a Voz de América.
En su opinión, este descubrimiento representa un antes y un después en la investigación del universo, en tanto que se ha podido comprobar que esa estrella es una de las “primeras estrellas de la formación” del universo que conocemos hoy en día.
“Es muy importante que hayamos podido observar una estrella a estas distancias tan grandes”, destacó la científica. Según datos proporcionados por la NASA, la estrella se formó cuando el universo tenía “solo el 7% de su edad actual”.
El descubrimiento se pudo llevar a cabo gracias al Hubble, uno de los telescopios que, desde hace más de tres décadas, lleva orbitando en el exterior de la atmósfera terrestre. La misión del telescopio es, principalmente, tomar imágenes del espacio para luego analizar y entender mejor cómo se formó el universo.
En 2018, el telescopio descubrió otra estrella lejana, de cuando el universo tenía unos 4.000 millones de años, es decir, el 30% de su edad actual. Ese hito fue superado hace unos días cuando Hubble detectó esta estrella mucho más lejana.
Ahora la NASA podrá analizar con mayor precisión cómo estaban compuestas las estrellas, algo de lo que se ha teorizado mucho pero no se ha podido comprobar científicamente.
“Observando esta estrella y entendiendo la composición química nos da una idea de cómo eran las estrellas en esa época temprana del universo”, expuso Díaz a VOA. Gracias a ello, la ingeniera espacial confirmó que, efectivamente, se van a poder poner a prueba “las teorías que tenemos sobre la formación de las estrellas”, lo que arrojará “una idea sobre cómo el universo ha evolucionado y cómo es que las estrellas que tenemos en nuestro universo cercano han cambiado con el tiempo”.
Sin embargo, aún es muy temprano para llegar a conclusiones y los científicos confían en poder encontrar más estrellas de este tipo para poder compararlas y realizar estudios mucho más seguros sobre la formación del universo.
“Esta es una estrella y, como sabemos, los astrónomos necesitan observar varias estrellas”, sostuvo.
A finales del año pasado, la NASA lanzó el telescopio James Webb, el más grande y poderoso de toda la historia. “Es un telescopio gigante, estamos hablando de un telescopio del tamaño de una cancha de tenis, que va a poder observar el espacio en unos colores que ni tú ni yo podemos ver”, dijo Ernesto Espinoza, que también forma parte del equipo de desarrollo en el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial, a VOA.
Con el Webb se espera poder encontrar más estrellas lejanas con las que poder hacer otras comprobaciones científicas. “Esperamos poder observar más estrellas, pero en este caso, con la estrella tan lejana que observó Hubble vamos a tratar de entender lo que está pasando en esta galaxia”, agregó Díaz.
Rosa Díaz está a cargo de las observaciones que tanto el Hubble como el Webb están realizando en el espacio. “Estoy en los equipos de científicos que mantienen los instrumentos y que, además, se aseguran de que podamos calibrar las imágenes que vienen del telescopio para poder limpiarlas y darles a los científicos para que puedan hacer este tipo de ciencia”, dijo satisfecha por todos los logros conseguidos hasta ahora.
Fuente: VOA