Hoy, 17 de diciembre, el Papa Francisco celebra su 88º cumpleaños, un día que reúne a fieles y líderes religiosos en el Vaticano y en todo el mundo en oración y agradecimiento.
Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires, Argentina, en 1936, es Papa de la Iglesia Católica desde 2013.
El portal "Aci Prensa" publicó algunas curiosidades interesantes del pontífice.
Como cualquier joven, Jorge Bergoglio realizó diferentes trabajos para ganarse su primer sueldo. Aunque su primer trabajo consistió en fregar los suelos de la empresa de medias donde trabajaba su padre, en 2013 confesó a un grupo de jóvenes que también fue portero de discoteca. Gracias a aquella experiencia, comenzó “a guiar a los a los desencantados a la Iglesia”.
Cuando tenía 21 años, le tuvieron que extirpar un pulmón debido a una infección, lo que ha provocado que en los últimos años haya padecido algunas dificultades respiratorias.
El 19 de noviembre del 2022 fue una de esas contadas ocasiones en las que el Papa Francisco salió del Vaticano sin programa oficial. ¿El motivo? Una reunión familiar en Asti, ciudad italiana donde vive su prima Daniela di Tiglione, quien celebraba su 90 cumpleaños.
En aquella ocasión, el Papa Francisco pudo disfrutar de su plato favorito: la Bagna Cauda, un plato típico del Piamonte preparado con anchoas, aceite y ajo y utilizado como salsa para las verduras.
Antes de ordenarse sacerdote, especialmente durante su juventud, el Papa Francisco disfrutaba del tango, el baile popular de Argentina. Aunque en ocasiones prefería la milonga, otro típico baile de su tierra natal.
En más de una ocasión, el Papa Francisco ha animado a los sacerdotes a perdonar “todo” en el confesionario y no a “no torturar” a los fieles en el confesionario.
Durante una entrevista en la televisión italiana en enero de 2024, afirmó que en sus más de 50 años de sacerdote ha negado el perdón solamente una vez, “por la hipocresía de la persona”.
Son varias las ocasiones en las que el Papa Francisco ha ensalzado el buen sentido del humor y remarcado que la tristeza no es una actitud cristiana. Incluso ha llegado a afirmar que el “sello del cristiano” es la alegría y no la cara “de pimiento avinagrado”.
Por ello, reza cada día una oración de Santo Tomás Moro para conservar el sentido del humor, una plegaria a la que ha hecho referencia en numerosas apariciones públicas. La última, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
“Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás”, reza el Santo Padre cada día.
Hay una imagen de San José por la que el Papa Francisco siente un gran cariño. Se trata de una figura en la que el santo “silencioso” aparece acostado y dormido.
Durante su viaje apostólico a Filipinas, el Pontífice se refirió a San José como “un hombre fuerte de silencio” y aseguró que guarda esta imagen en su escritorio. “Incluso cuando duerme, cuida de la Iglesia”, expresó.
“Cuando tengo un problema, una dificultad, escribo una pequeña nota y la pongo debajo de San José para que pueda soñar con eso. En otras palabras, le digo: ¡Ore por este problema!”, confesó el Santo Padre.
El 21 de septiembre de 1953, durante la fiesta de San Mateo Apóstol, el Papa Francisco descubrió su vocación al sacerdocio tras una Confesión a los 16 años. En ese día, Argentina celebraba el Día del Estudiante y el inicio de la primavera, marcado por grandes festividades.
“Antes de ir a la fiesta, pasé por la parroquia a la que asistía y encontré a un sacerdote al que no conocía y sentí la necesidad de confesarme. Esta fue para mí una experiencia de encuentro: encontré a alguien que me esperaba”.
“No sé qué pasó, no lo recuerdo, no sé por qué estaba aquel sacerdote allí, a quien no conocía, por qué había sentido ese deseo de confesarme, pero la verdad es que Alguien me esperaba. Me estaba esperando desde hacía tiempo. Después de la Confesión sentí que algo había cambiado”, compartió el Santo Padre.
Después de esa confesión aseguró que ya no era él mismo: “Había oído justamente como una voz, una llamada: estaba convencido de que tenía que ser sacerdote”.