Al menos 159.000 personas se dieron cita este sábado a la consigna “Destituyan al presidente“ ante el Parlamento surcoreano sobre la destitución del presidente, Yoon Suk-yeol, después de que el movimiento para inhabilitarlo fracasara por el boicot del partido gobernante.
Durante horas y con temperaturas en torno a los cero grados centígrados clamaron contra el mandatario, que el pasado martes declaró por sorpresa la ley marcial argumentando que la oposición estaba actuando un ente pronorcoreano que estaba tratando de socavar al Estado.
La maniobra, con motivaciones aparentemente políticas, hizo que la oposición presentara esta semana una moción para destituir al presidente.
Sin embargo, la iniciativa fracasó hoy debido a que solo tres de los diputados de la formación de Yoon, el conservador Partido del poder Popular (PPP), votaron en el Parlamento, un número insuficiente puesto que eran necesarios los sufragios de ocho escaños del bloque gobernante para lograr la mayoría necesaria para inhabilitarlo.
La noticia fue recibida con pesadumbre por la multitud.
«Estoy muy decepcionada con la votación. Esperábamos que hoy hubiera un buen resultado, pero no ha sido así», cuenta a EFE Su-jin, una mujer en la treintena que ha venido con su amiga a los alrededores del legislativo para reclamar la destitución de Yoon.
«Vamos a seguir haciendo esto. Vendremos aquí los días que haga falta hasta que deje el poder», añade, al tiempo que dice estar enfurecida con el PPP.
«También estoy muy decepcionada. Pero creo que podemos conseguirlo. Todo el mundo va a venir aquí mañana y al día siguiente, y al siguiente si hace falta», dice por su parte su amiga Sun-hyun, en la veintena.
Tras lograr el boicot a la iniciativa para inhabilitar a Yoon, el líder del PPP, Han Dong-hoon, dijo que el partido «presionará para que haya una salida ordenada del presidente con vistas a minimizar el caos», y reiteró que la declaración de una ley marcial fue «inconstitucional».
El jefe de la formación conservadora añadió que esta llevará a cabo consultas con el opositor Partido Democrático (PD) para que el proceso se lleve a cabo «de forma predecible y transparente».
Yoon «será en la práctica despojado de sus funciones hasta que abandone su cargo y el primer ministro asumirá las funciones estatales en consultas con el partido», añadió Han.