Santo Domingo, RD.- El biólogo y ambientalista, Luis Carvajal, sostuvo este martes que el anuncio del Gobierno de la construcción de otra planta para desalinizar y procesar el agua del mar por escasez envía mensaje sobre la admisión del fracaso en la política que desarrolla el Estado dominicana para preservar líquido.
"Nosotros tenemos un déficit estructural de agua en la República Dominicana", aseguró Carvajal durante una entrevista en el Rumbo de la Mañana que produce el Grupo RCC Media y que se difunde por Rumba 98.5 FM.
El también miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana explicó que el agua que reciben los ciudadanos desde los acueductos proviene de la condensación continúa de los vientos alisios de vegetalización especializada de la alta montaña y de la frontera ganadera, esta ha sido atacada por varios frentes: por la expansión de la frontera agrícola y la ganadera. Además, la eliminación y utilización de las áreas protegidas porque tengan mayor o menor valor agrícola, sino porque son gratis y la pueden sustraer.
Carvajal precisa que cuando el gobierno tiene una política de restauración ambiental se recuperan con facilidad los recursos naturales.
Además, el ambientalista admite que el río Ozama está contaminado y que sus problemas son múltiples específicamente en la cuenca alta a los cuales el gobierno respondió con la creación del parque Loma Los Siete Pico que es un paso positivo, pero en la cuenca media baja tiene unas series de circunstancias y desde el Llano de Guabaticos y al acercarse a los núcleos poblacionales del Gran Santo Domingo de donde recibe la mayor cantidad de contaminantes.
Asimismo indicó que la contaminación que proviene de los hogares es la orgánica y la más perceptible no es el problema del río ozama, sino la ambiental que recibe de todo el complejo industrial de herrera del Gran Santo Domingo y los vertederos que es la más visible y es grave, pero más gravísimo es lo que no se ve.
Carvajal explicó que cuando se instalaron las plantas de generación eléctricas ubicadas en el río Ozama en el 1990 el movimiento ambiental que no había ley en ese entonces la rechazó por el impacto negativo que esta genera.
Apuntó que la autorización que se le dio a las barcazas para dicha operación en el Ozama fue temporal y desde su ubicación se ha estado objetando su instalación. Asegura que en la medida en que ha ido cambiando la Seadboard de una planta a otra el nivel de contaminación disminuye, pero eso no resuelve el problema fundamental de estar violando las normas medioambientales.
Favorece el comunicado que envió la Seadboard donde admiten que violaron permisos y no realizaron estudios de impacto ambiental para poder operar y que el ex ministro de medio ambiente, Ángel Estévez cambió de categoría a bajo impacto ambiental. Expuso que los estudios de impacto ambiental tienen unas series de requisitos, por lo que la empresa no lo solicitó debido al análisis previo que arrojaría por la pertinencia de la localización.