WASHINGTON, (EFE).– El presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, aseguró este lunes que no tiene miedo de jurar su cargo el próximo día 20 en el exterior del Capitolio, como es tradición, después del asalto violento a la sede del Legislativo por simpatizantes de Donald Trump y de las amenazas de radicales en internet.
"No tengo miedo de juramentar al aire libre", aseguró Biden hoy durante una aparición pública en la que recibió la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus SARS-CoV-2.
Biden reiteró que Trump "no debería estar en el poder", pero no se pronunció sobre el llamamiento de los demócratas en el Congreso que han pedido al vicepresidente, Mike Pence, y al gabinete del Ejecutivo que invoquen la Enmienda 25 para inhabilitar o comenzarán un segundo proceso de "impeachment" el miércoles.
El presidente electo también dijo que espera que aquellos que incurrieron en comportamientos "sediciosos" en la toma violenta del Capitolio paguen por lo que hicieron.
Biden asumirá la Presidencia el miércoles de la próxima semana en una ceremonia que tradicionalmente se celebra en las escalinatas del Capitolio, rodeado de la flor y nata del poder estadounidense.
Washington se reforzará con más de 10.000 miembros de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser, ha pedido al público a que no asista a la celebración o se concentre en el la explanada del National Mall por miedo a nuevos enfrentamientos.
El asalto al Capitolio se produjo el pasado miércoles mientras los legisladores procedían a certificar la victoria electoral de Biden. En una intervención ante sus seguidores congregados frente a la Casa Blanca, Trump les instigó a que marcharan hacia la sede del Legislativo y volvió a repetir sus acusaciones infundadas de que fue víctima de un fraude electoral.
Biden aseguró que es un escándalo que en Estados Unidos fallezcan entre 3.000 y 4.000 personas diarias y aseguró que el jueves presentará un plan para acelerar la distribución y administración de las vacunas contra la covid-19, que no están siendo distribuidas con la velocidad esperada.
El presidente electo recibió en un hospital cerca de su residencia en el estado de Delaware las dos dosis que le corresponden en un esfuerzo de animar a los indecisos sobre la seguridad de la vacuna.
Estados Unidos supera ya los 375.000 muertos por la pandemia y 22,5 millones de casos del patógeno, que sigue avanzando sin remisión en gran parte del país.