Los residentes de California se alegraron esta semana con la caída de gotas gruesas de agua por primera vez desde la primavera, un remojo anual que anuncia el inicio de la temporada de lluvias después de meses de calor y sequía históricos.
Pero al tiempo que la lluvia empezaba el martes por la noche, el gobernador Gavin Newsom hizo algo inusual: emitió una emergencia de sequía para el estado y dio libertad a los reguladores de promulgar restricciones obligatorias sobre el uso de agua a nivel estatal si así lo desean.
La autorización de Newsom podría parecer discordante, especialmente porque los meteorólogos pronostican hasta 18 centímetros (siete pulgadas) de lluvia en zonas de las montañas del norte de California y en el Valle Central para esta semana. Sin embargo, los expertos afirman que la medida tiene sentido si se piensa en la sequía como algo causado no por las condiciones climatológicas sino por el cambio climático.
Desde hace décadas, California ha dependido de la lluvia y la nieve invernal para llenar los ríos y riachuelos más importantes del estado durante la primavera, que a su vez surten un sistema enorme de lagos que almacenan el agua para beber, la agricultura y la producción de energía, pero ese flujo anual desde las montañas está disminuyendo, más que nada debido a que el clima cada vez es más cálido y seco, no porque esté lloviendo menos.
En la primavera, la acumulación de nieve en las montañas de la Sierra Nevada de California fue 60% de su promedio histórico, pero la cantidad de agua que generó en las reservas fue similar a la de 2015, cuando tal acumulación fue de apenas 5% de su promedio histórico. Casi toda el agua que las autoridades del estado habían esperado este año se había evaporado a causa de un aire más cálido o fue absorbido por un terreno más seco.
“Uno no vive el tipo de sequía que estamos viendo justo ahora en el oeste de Estados Unidos sólo por… no tener unas cuantas tormentas”, dijo Justin Mankin, un profesor de Geografía de Dartmouth College y colíder del Grupo de Trabajo contra la Sequía de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés). Fuente: AP