Investigadores de la universidad de Stanford "tiñen" ratones de transparente con el colorante denominado tartrazina, el mismo que se encuentra en los Doritos y otros alimentos procesados.
El invento consiste en aplicar una simple solución de este tinte amarillo en la piel de los roedores, luego de esto los científicos pudieron visualizar órganos internos como el hígado e incluso observar el corazón latiendo sin necesidad de procedimientos invasivos.
Una vez enjuagados, los ratones vuelven a su estado normal.