El principal funcionario de la policía de Kenia negó los informes de que los oficiales que sirven en la misión multinacional de mantenimiento de la paz respaldada por las Naciones Unidas en Haití no han recibido sus salarios durante tres meses.
El inspector general de policía, Douglas Kanja, dijo que los oficiales en Haití habían recibido sus salarios “hasta fines de octubre”. Kanja reaccionaba así a los informes de los medios de comunicación kenianos que citaban a oficiales desplegados que se quejaban de que no se les había pagado sus salarios durante tres meses.
Kenia está al frente de un contingente de policías extranjeros en el atribulado país caribeño para ayudar a sofocar la violencia de las pandillas. El despliegue de oficiales kenianos en junio marcó la cuarta intervención militar o policial extranjera de importancia en Haití.
Aunque algunos haitianos los reciben con agrado, otros ven a la fuerza con cautela, dado que la intervención anterior —la misión de mantenimiento de la paz de la ONU de 2004-2017— se vio empañada por acusaciones de agresión sexual y la introducción del cólera, que mató a casi 10,000 personas.
Los informes financieros del Tesoro de Kenia revelaron que Kenia gastó más de 2 mil millones de chelines kenianos (15 millones de dólares) para la misión mientras esperaba el reembolso de la ONU.
“Este dinero lo estamos gastando en nombre de la ONU, somos nosotros quienes hacemos el pago, así que el dinero sale de nuestro tesoro porque estos son nuestros funcionarios”, dijo el ministro del Tesoro, John Mbadi, a los medios locales la semana pasada.
Según la ONU, en lo que va de año se han registrado más de 4,500 muertos en Haití y otros 2,060 heridos.
La violencia de pandillas también ha desplazado a unas 700,000 personas en los últimos años mientras hombres armados queman y saquean comunidades en un intento por controlar más territorio.
Un número cada vez mayor de personas han criticado la misión dirigida por Kenia, señalando que la policía no ha tomado el control de los bastiones de las pandillas ni ha arrestado a ninguno de sus líderes.
La violencia de las pandillas empeoró el mes pasado cuando Estados Unidos y otros países presionaron para que se envíe una misión de mantenimiento de la paz de la ONU, señalando que la actual misión dirigida por Kenia carece de recursos y financiación.