El gasto mensual en combustible es uno de los mayores desafíos para los propietarios de vehículos en todo el mundo, especialmente en un contexto donde los precios de los combustibles suelen ser volátiles y están influenciados por factores geopolíticos y económicos.
Según un estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio, un conductor promedio puede gastar entre 200 y 300 dólares mensuales en combustible, dependiendo de variables como el modelo del vehículo, la eficiencia del motor y las condiciones de manejo, que equivale a una proporción significativa del presupuesto mensual de muchas familias.
Frente a esta realidad, surge la necesidad de buscar alternativas que permitan reducir estos gastos sin sacrificar la funcionalidad y el desempeño del auto. Así que, la tecnología es clave, ofreciendo soluciones para aliviar el bolsillo de los consumidores y en el cuidado del medio ambiente.
En el marco de la feria Expopartes, realizada en Colombia por Autopartes, Elmer Atencio, gerente general de la empresa colombiana Tecnotalleres, enfatizó la relevancia de que los vehículos cuenten con un sistema de inyección eficiente.
Según Atencio, “un sistema de inyección en mal estado puede aumentar el consumo de combustible entre un 20% y 30%”, lo que incrementa el impacto ambiental por las mayores emisiones de gases contaminantes y representa un gasto extra significativo para los consumidores finales.
La ineficiencia en este componente del vehículo puede obligar a los conductores a tanquear con mayor frecuencia, generando un aumento sustancial en los costos mensuales.
Además, Atencio destacó que un sistema de inyección óptimo no solo es esencial para el ahorro, sino también para garantizar el rendimiento adecuado del motor, evitando problemas más graves en el futuro.
En respuesta a esta necesidad, han surgido dispositivos avanzados como los bancos de diagnóstico de inyectores. Estas herramientas, que funcionan con sistemas operativos como Android, permiten a los mecánicos realizar análisis precisos del estado de los inyectores.
Según Atencio, “este diagnóstico ayuda a identificar si el inyector está funcionando correctamente o si presenta algún error específico, reduciendo la incertidumbre y los costos asociados con reparaciones innecesarias”.
El proceso es simple pero efectivo: el mecánico desmonta los componentes clave, como la bomba o el inyector, luego los lleva al laboratorio equipado con estos bancos de diagnóstico.
Allí, se evalúan de manera rigurosa, detectando problemas que podrían estar incrementando el consumo de combustible o afectando el desempeño del vehículo.
Los propietarios de vehículos suelen notar señales claras cuando algo no está funcionando correctamente. Según explicó Atencio, algunos de los indicios más comunes incluyen:
Pérdida de potencia: el vehículo no responde con la misma fuerza al acelerar.
Dificultad para arrancar: el motor se torna más complicado de encender.
Exceso de humo: un aumento en la emisión de humo indica un problema grave en el sistema de inyección.
Cuando estos síntomas se presentan, hay que acudir a un mecánico de confianza para realizar una evaluación detallada. Ignorar esto deriva en reparaciones más costosas y un impacto ambiental mayor por las emisiones descontroladas.
Un sistema de inyección en óptimas condiciones no solo reduce el gasto en combustible, sino que también disminuye significativamente la huella de carbono del vehículo.
Esto es particularmente esencial en un contexto global donde los gobiernos y las industrias automotrices están bajo presión para promover tecnologías más limpias.
El gerente evidenció que, además del ahorro directo para el consumidor, este tipo de soluciones tecnológicas son una inversión a largo plazo, porque previenen daños mayores en el vehículo y prolongan su vida útil.
Durante Expopartes, además de las innovaciones tecnológicas para el mantenimiento de vehículos, se desarrolló el Xtreme Fest, un evento que reunió a expertos del drifting, una disciplina automovilística que nació en Japón hace más de 50 años y que ha ganado popularidad en todo el mundo, incluyendo Colombia.
En este contexto, Juan Lamus, piloto profesional de drifting, explicó cómo la tecnología y la adecuada preparación de los vehículos son esenciales para sobresalir en esta práctica.
Según Lamus, “los autos destinados al drifting deben contar con tracción trasera, un motor con buena potencia y una suspensión ajustada específicamente para esta modalidad”. Estas características permiten a los conductores mantener el control durante las derrapadas, logrando el equilibrio perfecto entre técnica y espectáculo.
Además, añadió que en el caso de Colombia existen vehículos altamente valorados para esta disciplina, como el Ford Mustang, el Chevrolet Camaro y modelos de BMW, todos adaptables para el drifting por su potencia y diseño.
Fuente: Infobae