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Corea del Norte dio la bienvenida al 2025 con un espectáculo artístico de gran magnitud en Pionyang, al que asistió su líder, Kim Jong-un, según informó la agencia estatal KCNA.
El evento tuvo lugar en el Estadio 1 de Mayo, uno de los más grandes del mundo con capacidad para 114,000 personas.
La celebración incluyó presentaciones musicales, actuaciones de patinadores artísticos, números de baile y un despliegue de fuegos artificiales para marcar la entrada del nuevo año.
También hubo una cuenta atrás para celebrar la llegada de 2025, y no del año Juche 114, como habría sido habitual hasta hace poco, lo que subraya el deseo del actual líder por romper con ciertos legados de sus predecesores en el cargo, su padre, Kim Jong-il, y su abuelo, Kim Il-sung.
Entre las canciones interpretadas se contó «Padre amigable», un tema compuesto en 2024 para elogiar la figurar de Kim Jong-un que se viralizó en la aplicación Tik Tok.
En las imágenes del evento publicadas por KCNA y por la cadena de televisión KCTV, que realizó una cobertura narrada por la famosa presentadora Ri Chun-hee, se ve a Kim en compañía de su hija, cuyo nombre se cree que puede ser Kim Ju-ae, llegando al estadio a bordo de una de las limusinas Aurus regaladas por el presidente ruso, Vladimir Putin.
El líder es después recibido entre vítores y toma asiento en un palco junto a su hija, a la que coge de la mano mientras ambos contemplan el espectáculo en una foto de KCNA.
Cerca de ambos se sentaron miembros del Presidium del Buro Político o el primer ministro Pak Thae-song, que recién fue nombrado para el cargo tras el plenario del partido único de final de año en sustitución de Kim Tok-hun.
A su vez, KCNA informó hoy de manera muy breve sobre el envío de una felicitación de Año Nuevo por parte del presidente chino, Xi Jinping, al líder norcoreano, una nueva señal del enfriamiento de lazos entre ambos vecinos.
La información, en la que ni siquiera se detalla si Kim mandó a su vez otra felicitación a Xi, contrasta con los detalles revelados sobre el intercambio de Año Nuevo entre Kim y Putin, que se comprometieron a reforzar aún más en 2025 la cooperación militar.
El creciente acercamiento entre Moscú y Pionyang, que este año ha incluido el envío de soldados norcoreanos a Rusia para apoyar en la invasión de Ucrania, ha ido paralelo a la tibieza mostrada entre el hermético régimen asiático y Pekín, que aparenta malestar por estos movimientos diplomáticos.