Estados Unidos es el país que más ha sido afectado por el COVID-19, y por un amplio margen. En tiempos electorales, la politización de la pandemia agrava el desempleo, la pobreza y el acceso a la salud para la población latina, que representa casi un 18% de los habitantes del país.
Estados Unidos lleva la delantera mundial con el mayor número de casos activos de COVID-19, con casi cinco millones de habitantes contagiados y más de 160.000 muertes. Las cifras están ampliamente arriba de Brasil, que le sigue con cerca de tres millones de contagios y 98.000 muertos.
En la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 en Estados Unidos, "lamentablemente las minorías, los latinoamericanos y los afroamericanos, han sido los más afectados", sostiene a Sputnik la comunicadora y periodista mexicana radicada en EEUU Judith Martínez y añade que, para entender por qué esto ocurre, "hay muchos aspectos a considerar".
Las dificultades económicas que atraviesa el país norteamericano se parecen en muchos aspectos a las que viven, en simultáneo, el resto de los países del mundo. Sin embargo, cuando se analiza la situación de los latinos en este contexto, la situación se agrava.
¿Cómo viven la pandemia los latinos en EEUU?
Salud y trabajo
Para Martínez, los latinos se encuentran, desde el punto de vista económico, en una suerte de encrucijada. "La comunidad latina en su gran mayoría se dedica a los trabajos de servicios", que son los que han visto suspendida mayor parte de su actividad, explica.
Otra buena parte de los empleados latinos están vinculados a la construcción y a los trabajos de granja, dos sectores que no se han detenido pero que, por tratarse de rubros que necesariamente deben realizarse de forma presencial, los expone al contagio del virus.
De este modo, mientras unos deben correr a diario el riesgo de salir a trabajar en el país con más número de contagios del mundo, quienes tienen sus actividades suspendidas no están generando ninguna clase de ingreso. Si a esto se le suma el alto índice de informalidad de la población latina, la perspectiva es más clara.
Según explica, "la gran mayoría de la fuerza laboral latina no tiene un sistema de seguro. Son trabajadores informales, no tienen contratos de por medio", por lo que un trabajador que pierde su empleo no tiene la garantía del pago de un despido y, si se enferma, tampoco tiene cobertura médica.
"La otra realidad es que la comunidad latina, como tiene trabajos de ingresos bajos, tienden a vivir hacinados. Es muy común que dos o tres familias vivan en un mismo departamento, y por más que quieran mantener el distanciamiento social no es sencillo, porque una familia de cuatro personas a veces vive en una habitación, donde todos comparten la cocina, la sala, el estar", resalta.
El miedo al contagio
Según un análisis estadístico elaborado por la organización latina Somos Unidos US en mayo, uno de cada cuatro latinos conoce a alguien que ha sufrido de COVID-19. De ellos, un tercio conoce a un fallecido por la enfermedad.
En el último censo poblacional de Estados Unidos (2017) se registró una población latina de aproximadamente 57 millones de personas, casi el 18% de la población. Los 10 estados con mayor cantidad de hispanos son: California, Texas, Florida, Nueva York, Illinois, Arizona, Nueva Jersey, Colorado, Nuevo México y Georgia.
Los estados donde hay mayores porcentajes de población latina, de hecho, son los que tienen mayor número de contagios, observa Martínez. Nueva York, que es el estado con más número de contagios y muertos (más de 424.000 y 23.000 respectivamente), tiene un porcentaje de población hispana de casi cinco millones de personas.
Le siguen California y Nueva Jersey, con más de 540.000 y 186.000 casos activos. El primero es, no casualmente, el estado donde más viven latinos, con una población de más de seis millones, lo que supera el 45% de los habitantes del estado.
Coronavirus y elecciones
Desde el inicio de la pandemia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido una de las figuras públicas más escépticas respecto a la veracidad y gravedad del COVID-19. Uno de sus bastiones simbólicos más importantes en este sentido ha sido su negativa a utilizar tapabocas, utensilio que se puso públicamente por primera vez recién a mitades de julio.
"Los mensajes del presidente han sido confusos y muy contradictorios. El tema se ha hecho muy político. Te puedo decir que en la calle si te ven con cubrebocas automáticamente te etiquetan como demócrata y cobarde, y si te ven sin cubrebocas se te ve como republicano y valiente.", aseguró Martínez.
Esta diferenciación política ha desembocado en una buena parte de la población que alega su derecho a no usar tapabocas en espacios públicos en pos de su libertad individual. Paradójicamente, el reclamo ha llevado a miles de personas a manifestarse públicamente, de forma aglomerada y sin elementos de protección, contra el virus.
En este sentido, Martínez sostiene que uno de los errores más grandes que ha cometido el Gobierno estadounidense ha sido hacer del COVID-19 "un tema político", lo que implica una irresponsabilidad hacia la ciudadanía por "una cuestión de respeto".
Elecciones EEUU 2020: el voto latino
A fines de julio, Trump sugirió posponer las elecciones presidenciales a realizarse el 3 de noviembre de 2020, por miedo a que el voto epistolar —medida tomada a raíz de la situación sanitaria— derive en resultados fraudulentos.
Su propuesta molestó al Partido Demócrata, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó a las autoridades a proceder con la instancia electoral como estaba previsto. Aun así, en principio los comicios siguen en pie en la fecha original y el voto vía correo será la opción para el votante que así lo desee.
En la última década "el incremento del voto latino ha sido muy fuerte, está ganando demasiado poder", cuenta Martínez, y asegura que el Partido Republicano, particularmente, no está contento con ello. Sin embargo, la inclinación política de los latinos "ha estado dividida en todas las elecciones", sostiene.
"Se está cambiando la demografía. Tú vas a las escuelas y te das cuenta que ahora tienes un 30% de alumnos hispanos, 15% negros, 15% asiáticos y solo el resto son blancos. Somos una comunidad que está creciendo, y hay una gran cantidad de latinos que se han convertido en ciudadanos, lo que nos permite votar", estimó.
Martínez subraya que "hay muchas irregularidades en el sistema electoral" que están directamente ligadas a la población latina. Los ciudadanos latinos que van a votar a menudo encuentran varios impedimentos administrativos que complican su participación en los comicios.
Según cuenta, cuando fue a votar en las elecciones nacionales de 2016 le fue informado que integraba una "lista de personas que pueden no ser ciudadanas", a pesar de que su estado es el de ciudadana legal y que no había tenido problemas para votar en instancias anteriores.
Aunque pudo solucionarlo una vez que presentó su documentación completa, señala que este tipo de trabas buscan "intimidar a los votantes" con el fin de desanimar su voto, que de por sí no es obligatorio, y alejar a la población latinoamericana de su ejercicio ciudadano.
Por ello, sugirió a los ciudadanos latinos en Estados Unidos que lleven su pasaporte si van a ir a votar y que pidan explicaciones en caso de recibir un no como respuesta.