En un mundo donde las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte, encontrar formas naturales de cuidar la salud del corazón nunca había sido tan importante. Más allá de los tratamientos médicos y los cambios en el estilo de vida, una nueva investigación sugiere que lo que comes puede marcar una gran diferencia.
Y entre los alimentos destacados, los vegetales crucíferos, como el brócoli, la col rizada o Kale y el repollo, están ganando protagonismo. Según un estudio reciente publicado en BMC Medicine, estos vegetales no solo son buenos para tu dieta, sino que también tienen un impacto directo en la reducción de la presión arterial.
El llamado “asesino silencioso”, como se conoce a la hipertensión, afecta a aproximadamente la mitad de los adultos en países como Estados Unidos. Esta condición no presenta síntomas obvios, pero está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Aunque los medicamentos antihipertensivos son efectivos, muchas personas buscan alternativas naturales o complementarias. Aquí es donde los vegetales crucíferos entran en escena.
El estudio VEgetableS for vaScular hEaLth (VESSEL), llevado a cabo en Australia, utilizó métodos rigurosos para investigar cómo diferentes tipos de vegetales influyen en la presión arterial. Los resultados fueron contundentes: consumir vegetales como el brócoli y la col rizada tiene un impacto positivo significativo en la presión arterial en comparación con otros vegetales como las papas y las zanahorias. ¿Por qué estos alimentos son tan efectivos?
Los vegetales crucíferos, como el brócoli, la col rizada o kale, el repollo y la coliflor, contienen glucosinolatos, compuestos químicos que se transforman en isotiocianatos cuando se procesan en el cuerpo. Estas sustancias tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que ayuda a proteger las arterias y reducir la presión arterial.
El estudio VESSEL, realizado en un grupo de adultos mayores con presión arterial ligeramente elevada, reveló que aquellos que consumieron una sopa diaria de crucíferos redujeron su presión sistólica en promedio 2.4 mmHg más que quienes ingirieron vegetales de raíz como zanahorias o papas. Aunque la reducción puede parecer modesta, los investigadores explican que incluso pequeños cambios pueden traducirse en una disminución del 5% en el riesgo de eventos cardiovasculares.
Además, los crucíferos también son ricos en nitratos, vitamina K y otros nutrientes esenciales que mejoran la función del endotelio, el tejido que recubre los vasos sanguíneos. Este efecto protector puede ser clave para personas con antecedentes familiares de hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
Agregar más crucíferos a tu dieta no tiene que ser complicado ni aburrido. Aquí hay algunas formas simples y deliciosas de incluirlos:
El objetivo es consumir al menos 300 gramos diarios, divididos entre comidas principales, para maximizar los beneficios.
Fuente: Infobae