El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó ayer martes al Gobierno de EE.UU. a "investigar y sancionar" al responsable del ataque contra su embajada en Washington, y pidió además su exclusión de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
"Además de investigar y sancionar al culpable, las autoridades norteamericanas podrían ser justas y darles el lugar que merecen en la lista de patrocinadores del terrorismo a quienes auspician estos actos", escribió el gobernante cubano en X (antes Twitter).
Agregó Díaz-Canel que "por justicia", el departamento de Estado de EE. UU. debería dejar a Cuba "fuera de esa lista", que tiene serias implicaciones -sobre todo financieras- para el Gobierno isleño.
El domingo por la noche una persona lanzó dos cócteles molotov contra la fachada principal de la embajada de Cuba en Washington, sin ocasionar daños personales ni apenas materiales. La condena internacional ha sido general.
La Cancillería cubana lo calificó rápidamente de "acción terrorista" y se lo atribuyó a "grupos anticubanos" que se sienten impunes ante la inacción de las autoridades estadounidenses.
EL RETORNO DE DÍAZ-CANEL
El incidente ocurrió horas después de que el presidente, Miguel Díaz-Canel, retornara de Nueva York, donde participó en la Asamblea General de la Naciones Unidas y mantuvo encuentros con líderes de otros países y miembros de la sociedad civil estadounidense.
El Gobierno cubano ha recordado además que su embajada en Washington ya sufrió otro ataque en abril de 2020, cuando "un individuo disparó con un fusil de asalto" contra la legación diplomática.
A raíz de estos hechos, varios cargos del Gobierno cubano y del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) cargaron en redes contra el hecho de que EE.UU. mantenga a su país en la lista de países que promocionan el terrorismo.
Por su parte, el Departamento de Estado de EE.UU. calificó de "inaceptables" estos actos y dijo que "hay una investigación en marcha" por lo que "sería inapropiado especular sobre los motivos".