La epidemia de enfermedades de transmisión sexual en Estados Unidos, que en los últimos años mostró un alarmante incremento, registró una desaceleración significativa en 2023.
Según datos federales publicados este martes, los casos de sífilis en sus fases más contagiosas se redujeron un 10 %, siendo esta la primera caída considerable en más de 20 años.
Asimismo, los casos de gonorrea disminuyeron un 7 %, manteniéndose por debajo de los niveles previos a la pandemia, mientras que los de clamidia se han estabilizado.
Esta mejora se atribuye en parte a la recuperación de los servicios de salud preventiva tras el impacto de la COVID-19, así como a un posible aumento en la conciencia sobre las prácticas sexuales seguras, tras varios años de disminución en el uso de métodos de protección y limitaciones en pruebas y tratamientos.
"Me siento alentado, y hacía mucho tiempo que no me sentía así" sobre la epidemia nacional de infecciones de transmisión sexual, dijo el doctor Jonathan Mermin de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). "Algo está funcionando".
El año pasado se diagnosticaron y reportaron más de 2.4 millones de casos de sífilis, gonorrea y clamidia: 1.6 millones de casos de clamidia, 600.000 de gonorrea y más de 209,000 de sífilis.
La sífilis es una causa particular de preocupación. Durante siglos, fue una infección común pero temida, que podía deformar el cuerpo y provocar la muerte.
Los nuevos casos se redujeron notablemente en Estados Unidos a partir de la década de 1940, cuando los antibióticos contra las infecciones estuvieron ampliamente disponibles, y continuaron disminuyendo durante medio siglo desde entonces.
Sin embargo, para 2002, los casos comenzaron a aumentar de nuevo, siendo los hombres que tienen sexo con otros hombres el grupo más desproporcionadamente afectado.
En el nuevo informe se encontró que los casos de sífilis en sus etapas tempranas, que son más infecciosas, disminuyeron 13 % entre los hombres homosexuales y bisexuales. Fue la primera disminución de este tipo desde que la agencia comenzó a reportar datos para ese grupo, a mediados de la década de 2000.
Sin embargo, hubo un aumento de 12 % en la tasa de casos de sífilis de etapa desconocida o posterior, reflejo de personas infectadas años atrás.
Los casos de sífilis en recién nacidos, contagiados por madres infectadas, también aumentaron. Hubo casi 4.000 casos, entre ellos, 279 muertes fetales y de infantes.
"Esto significa que las mujeres embarazadas no están siendo examinadas con la frecuencia suficiente", dijo el doctor Jeffrey Klausner, profesor de medicina en la Universidad del Sur de California.