El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, decidió nombrar al senador Marco Rubio como secretario de Estado, según indicaron fuentes de la agencia Reuters.
Este nombramiento marca un giro notable en la relación entre ambos, después de que Trump y Rubio protagonizaran tensos enfrentamientos durante las primarias presidenciales de 2016.
En aquel entonces, Trump había apodado a Rubio "el pequeño Marco", una burla que Rubio respondió en un mitin con el comentario: "Ya saben lo que dicen de los tipos con manos pequeñas. ¡No te puedes fiar de ellos!”.
Sin embargo, parece que las diferencias quedaron en el pasado, pues Rubio ha respaldado activamente a Trump en las últimas elecciones, apoyando su campaña en estados clave para el voto latino.
El apoyo de la comunidad latina se ha convertido en un factor crucial en la victoria de Trump en varios estados decisivos, además de permitirle superar a Kamala Harris en el voto popular a nivel nacional.
Con esta alianza fortalecida, Rubio desempeñará un rol esencial en la política exterior de la próxima administración.
El puesto de secretario de Estado es uno de los de más alto perfil de la Administración y el de más alto rango del Gabinete tras el propio presidente y el vicepresidente. De confirmarse la designación, Rubio aterrizaría en el cargo en un momento de conflicto e incertidumbre en el tablero geoestratégico.
Entre sus prioridades al asumir el cargo estaría la nada fácil tarea de sentar a negociar a Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra. Junto a ello, debería prestar atención a la evolución de la guerra en Gaza y el Líbano, donde Trump ha prometido su apoyo a Israel.