El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó un nuevo estado de excepción en siete provincias y tres municipios, medida que ha sido implementada desde el año pasado para abordar la creciente inseguridad en el país andino.
Las provincias incluidas en esta disposición por sesenta días son Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y Sucumbíos. Mientras tanto, los municipios afectados son La Troncal en Cañar, Camilo Ponce en Azuay y el Distrito Metropolitano de Quito en Pichincha.
Este nuevo estado de excepción moviliza a las Fuerzas Armadas y suspende derechos como la inviolabilidad de domicilio y correspondencia, además de imponer un toque de queda de 22:00 a 05:00 horas (03:00 a 10:00 GMT) en 22 municipios y una parroquia. Sin embargo, hay excepciones para personal de salud pública, seguridad privada, medios de comunicación y otras entidades autorizadas.
La medida se anuncia pocos días antes de que inicie la campaña electoral para las elecciones generales del 9 de febrero, donde Noboa busca la reelección.
Este estado de excepción se produce mientras Ecuador celebra, el próximo 9 de enero, un año bajo la declaratoria de «conflicto armado interno», una decisión tomada por Noboa en respuesta a la creciente ola de violencia, incluyendo motines en cárceles y asaltos armados a medios de comunicación durante transmisiones en vivo.
Sin embargo, las críticas de organizaciones de derechos humanos se intensificaron esta semana tras la confirmación de que cuatro cuerpos calcinados encontrados en Guayaquil corresponden a menores desaparecidos el 8 de diciembre después de ser aprehendidos por una patrulla militar. Las investigaciones apuntan a una presunta desaparición forzada, lo que ha llevado a la prisión preventiva de 16 miembros de la patrulla militar implicada.