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El abogado defensor del exministro Donald Guerrero aseguró que la jueza coordinadora de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, Kenya Romero, no tuvo la oportunidad de justificar en Derecho cómo le impuso prisión preventiva a una persona que, durante dos años y cuatro meses, había probado que no se iba a sustraer del proceso que se le sigue, por su alegada participación en la operación Calamar.
Durante una entrevista en el programa el Sol de la Tarde, que se transmite de lunes a viernes en horario de 3.00 a 5:00 de la tarde, por la emisora Zol 106.5 FM, del grupo RCC Media, Eduardo Núñez sostuvo que, durante la etapa preparatoria a la fase de la investigación, el exministro de Hacienda se presentó a todas las citaciones del Ministerio Público y salió del país más de 40 veces, incluso, después de varios interrogatorios.
El jurista afirmó que varios de estos viajes se produjeron el con permiso del Ministerio Público después que el órgano acusador levantó una alerta migratoria que había colocado en contra de Guerrero.
“Por eso nuestra crítica a la imposición de una medida de coerción”, adujo, aunque reconoció que la fuga no es el único riesgo procesal.
En ese sentido, indicó que el juez también evalúa el riesgo de obstaculización de la investigación por parte del imputado. “Pero, si te presentan medida de coerción con miles de piezas probatorias, donde usted ha recabado y señalado el monto que usted señala y lleva dos años investigando constantemente, sin la obstaculización del imputado, entonces no hay nada que obstaculizar”, expuso.
El letrado aclaró que el Ministerio Público todavía no hay presentado acusación en contra de los imputados en la Operación Calamar, razón por la que todavía no puede emitir juicio de valor sobre los aspectos del fondo.
En ese sentido, aclaró que en esta fase solo se evalúa si los imputados tienen suficientes arraigos para ser favorecidos con la imposición de una medida de coerción distinta a la prisión preventiva.
“Nadie va a hacer una defensa al fondo durante la solicitud de imposición de una medida de coerción. Nadie puede defenderse de lo que aún no conoce”, recalcó.