París (EFE).- El Gobierno francés ha promulgado esta madrugada la ley sobre la reforma de las pensiones, solo unas horas después de que fuera validada el viernes por el Constitucional francés.
A pesar de las protestas y manifestaciones con las que ha sido contestada.
El Gobierno ya advirtió ayer que tenía la intención de promulgar la ley este mismo fin de semana, tras un veredicto que generó reacciones contrapuestas en la clase política francesa.
Esa determinación se ha hecho realidad en el diario oficial de este sábado, en el que la ley ha quedado rubricada por el presidente francés, Emmanuel Macron.
El Consejo Constitucional francés validó este viernes el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, la principal medida de la reforma de las pensiones aprobada por el Gobierno del presidente Emmanuel Macron.
Además, el organismo rechazó la solicitud de que la reforma de las pensiones sea sometida a un referéndum de iniciativa ciudadana, según anunció en un comunicado.
En cambio, el Consejo Constitucional invalidó seis artículos de la ley, especialmente dos relativos al fomento de la contratación de trabajadores mayores de 55 años en las grandes empresas.
Al considerar que no tenían lugar en una ley de financiación de la Seguridad Social.
Una fuente del organismo explicó a la prensa que, al validar el aumento a 64 años, sus nueve miembros tuvieron en cuenta
“que el legislador busca la supervivencia del sistema por repartición, teniendo en cuenta además el aumento de la esperanza de vida”.
Poco tiempo después de que se divulgase ese aguardado dictamen, varias manifestaciones y concentraciones se convocaron en Francia.
En París, hubo quema de mobiliario urbano, entre ellos una treintena de contenedores de basura, y enfrentamientos entre policía y manifestantes que desembocaron en 112 detenciones.
Rennes, en el noreste del país, fue otra de las ciudades que registró disturbios reseñables.
Los ocho principales sindicatos del país se reunirán el próximo lunes para estudiar nuevas medidas de protesta, después de doce jornadas de huelgas y movilizaciones a nivel nacional desde el mes de enero.
De momento, ya han convocado una “gran movilización popular” para el 1 de mayo, que debe ser un momento “histórico” para frenar la reforma.
Anunció la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, durante una concentración de protesta en París.
Ya que se aprobó sin un voto en esa cámara (el gobierno accionó un artículo constitucional que se lo permitía).
La decisión del Consejo Constitucional supone un “precedente peligroso” porque el Gobierno podría seguir utilizando la figura legal de un presupuesto rectificativo para “hacer aprobar reformas importantes”.
Afirmó la presidenta del grupo de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot.
En una comparecencia con los demás líderes de los partidos que integran la coalición izquierdista Nupes (socialista, ecologista, comunista).
Panot dijo que seguirán apoyando las protestas y huelgas contra la reforma y lanzó un nuevo llamamiento a Macron para que retire la ley.