x
La relación entre los New York Knicks y sus leyendas es algo complicada desde que la familia Dolan llegó al poder a finales de los 90. Han sido 20 años de travesía casi ininterrumpida por el desierto.
Pero el reverdecer de lo deportivo podría aprovecharse ahora para hacer las paces con la historia del equipo. Patrick Ewing, uno de los knickerbockers más simbólicos de todos los tiempos y su mayor anotador de siempre, regresará a la franquicia como embajador.
Su puesto estará a caballo entre las operaciones deportivas y los negocios, aunque su figura más cercana será Tom Thibodeau.
A sus 62 años, Ewing parece dejar atrás su etapa como entrenador. «Como dije el día que retiraron mi dorsal en el Madison Square Garden, siempre seré aficionado de los Knicks y neoyorquinos. No puedo esperar para ocupar esta nueva posición y volver a estar en el equipo que tanto amo. El Garden ha sido mi casa siempre y estoy deseando trabajar con Leon Rose, Thibodeau y el resto de la organización», reseña en un comunicado.
Ewing llegó a los Knicks (no sin polémica) en el Draft de 1985 y jugó allí hasta el año 2000, cuando salió por la puerta de atrás para acabar su carrera entre Seattle y Orlando. En su etapa como técnico ha sido asistente de Wizards, Magic, Hornets y Rockets. En estos últimos precisamente coincidió con Thibs bajo el mando de Jeff Van Gundy.