Un ciclón provocó lluvias abundantes y fuertes vientos que dejaron al menos 13 muertos en el sur de Brasil, donde las autoridades siguen en la búsqueda de cuatro desaparecidos y atienden a miles que fueron evacuados o perdieron sus casas.
El fenómeno, la última tragedia climática que sacude al enorme país suramericano, provocó estragos en decenas de municipios del estado Rio Grande do Sul, incluyendo la capital Porto Alegre.
Los vientos golpearon con fuerza la zona costera, como la localidad de Tramandaí, donde registraron velocidades de hasta 101.9 km/h, según datos oficiales.
El saldo de muertos subió a 13 incluyendo un bebé de cuatro meses, tras el hallazgo de dos cuerpos en la ciudad de Caraá, una de las zonas más afectadas, informó en Twitter la Defensa Civil del estado.
El número de personas declaradas desaparecidas siguió disminuyendo desde 20 el sábado, a cuatro, todas en Caraá, una ciudad de ocho mil habitantes en el litoral del estado, a 90 km de Porto Alegre, según Defensa Civil.
Al menos cinco personas murieron y otra continúa atrapada bajo los escombros o desaparecida después de que un edificio residencial se desplomara en la ciudad brasileña de Olinda, en el noreste del país, informaron este viernes los bomberos.
Los cinco muertos son dos mujeres, un hombre, una joven de 16 años y un menor de 13. Otras cinco personas rescatadas se encuentran heridas, entre ellas dos mujeres con lesiones graves.
Los bomberos confirmaron al comienzo de la noche que, tras varias horas de búsqueda, localizó los cuerpos de una mujer de 32 años y de su hija de 16 años atrapados bajo los escombros, con lo que el número de víctimas se elevó a cinco.